El Tigre de Java (Panthera tigris sondaica), Temminck, 1844, es una de las 3 subespecies de tigre consideradas extintas actualmente. Cabe destacar que Mazak y Groves (2006) clasificaron al tigre de Java como la especie Panthera sondaica utilizando métodos craniométricos y fenéticos. Además llegaron a la conclusión de que el tigre de Sumatra también constituía una especie llamada Panthera sumatrae en base a sus grandes diferencias con su vecino, la subespecie de Indochina (Panthera tigris corbetti). Clasificaron al tigre de Bali como una subespecie del tigre de Java (Panthera sondaica balica). Sin embargo, por ahora la mayoría de expertos consideran que existe una única especie de tigre (Panthera tigris) diferenciada en 9 subespecies o razas geográficas, de las cuales sólo 6 conservan ejemplares actualmente.
A pesar de las diferencias craniométricas y fenéticas encontradas por Mazak y Groves entre los tigres de Java y los de Sumatra, la verdad es que ambos tienen una apariencia similar. Una diferencia quizás era que el tigre de Java tenía más rayas y más oscuras que el de Sumatra y frecuentemente esas rayas se ramificaban en los flancos y parte trasera formando bucles. De hecho, el tigre de Java tenía más rayas que los demás tipos de tigres, superando algunos ejemplares el número de 100. Otra característica morfológica destacable de esta subespecie eran los largos bigotes de sus mejillas, de mayor longitud que los de la mayoría de las otras subespecies.
En cuanto a su tamaño, los tigres de Java eran una de las subespecies más pequeñas, alcanzando los machos un peso de entre 100 y 141 kg y aproximadamente 2,45 metros de longitud, mientras que las hembras eran más pequeñas, alcanzando un peso de entre 75 y 115 kg.
La extinción del tigre de Java está íntimamente ligada al aumento de la población humana en la isla del mismo nombre. La isla de Java pertenece a Indonesia y es la isla más poblada del mundo con 124 millones de personas en una superficie de 132.000 kilómetros cuadrados. A principios del siglo XIX estos tigres eran considerados poco menos que una plaga en algunos lugares de la isla. El rápido incremento en población que sufrió Java provocó que se perdiese gran parte del hábitat de esta especie, ya que los bosques eran transformados en tierras de cultivo y la densidad de presas de los tigres disminuía drásticamente. Las presas favoritas del tigre de Java eran el ciervo rusa (Cervus timorensis), el banteng (Bos javanicus) y cerdos salvajes. Además cazaba diversas aves acuáticas y algunos reptiles. Con el aumento de la población de humanos en la isla el tigre de Java fue poco a poco restringido a espacios cada vez más pequeños y tuvo que competir por las presas con los leopardos y los perros salvajes. Hacia 1940 ya se encontraba relegado a bosques de montaña remotos. Se calcula que a mediados de los años 50 quedaban sólo entre 20 y 25 tigres en toda la isla. El último reducto en el que existieron tigres de Java fue el Parque Nacional Meru Betiri, en el este de la isla. En 1972 se estima que quedaban entre 7 y 12 ejemplares de la especie. Un censo de 1979 encontró señales de tan sólo tres individuos en la zona, aunque Seidensticker (1987) considera que el tigre de Java ya se había extinguido a mediados de los años 70. Según algunas fuentes el último ejemplar fue visto en 1976. En todo caso, después de 1979 no han sido encontradas pruebas que nos permitan afirmar con rotundidad que el tigre de Java sigue existiendo. Además no hay ejemplares en cautividad según Seidensticker. Algunas fuentes apuntan a que la especie pudo sobrevivir hasta los años 80.
POSIBLES AVISTAMIENTOS
Como suele ser habitual en estos casos, aún hoy en día existen entusiastas que opinan que el tigre de Java sigue vagando por la extensa isla. Desde su supuesta extinción allá por los años 70-80 del siglo XX, no han sido pocos los testimonios de lugareños que afirman haber visto a los tigres o bien rastros dejados por estos. Incluso se ha llegado a afirmar que unos cachorros del tigre de Java fueron vendidos en 1995 en el mercado de Malang, la segunda ciudad más grande de la provincia de Java Oriental. Por supuesto afirmaciones como esta deben ser tomadas con mucha cautela, ya que si hubieran podido ser probadas como rotundamente ciertas por la ciencia occidental seguramente no se hablaría hoy en día del tigre de Java como un animal extinto, y lo cierto es que no es así. Mientras no se demuestre lo contrario el tigre de Java se considera extinto oficialmente desde 1994. Algunos de los supuestos avistamientos son atribuídos a confusiones con leopardos.
Desde 2008 hasta la actualidad han surgido testimonios de encuentros o de rastros dejados por los tigres. Desde el cuerpo sin vida de una excursionista encontrado en el Parque Nacional de Monte Merbabu hasta el avistamiento de una tigresa con 2 cachorros en las cercanías del monte Lawu. Una de las últimas noticias tuvo lugar en diciembre de 2011, cuando varios guardas del Parque Nacional de Meru Betiri (en el este de Java) encontraron huellas, excrementos y marcas de garras en los árboles que se atribuyen a un gran felino. El hallazgo hizo que las autoridades indonesias pusieran en marcha una campaña consistente en instalar una serie de cámaras permanentes en puntos estratégicos del Parque para intentar resolver el enigma de si el tigre de Java sigue existiendo o no. En el siguiente enlace puede leerse la noticia (en inglés):
Posibles rastros del tigre de Java en 2011 (The Jakarta Globe)
De momento, los únicos vestigios que sabemos seguro que se conservan del tigre de Java son varias pieles en el Museo de Historia Natural de Leiden (Holanda) y en el Museo Wiesbaden (Alemania), además de un esqueleto y diez cráneos en el primero de los museos citados.
Algunos links de interés:
Tigre de Java en el zoo de Londres. The Tiger-Club.com. |
A pesar de las diferencias craniométricas y fenéticas encontradas por Mazak y Groves entre los tigres de Java y los de Sumatra, la verdad es que ambos tienen una apariencia similar. Una diferencia quizás era que el tigre de Java tenía más rayas y más oscuras que el de Sumatra y frecuentemente esas rayas se ramificaban en los flancos y parte trasera formando bucles. De hecho, el tigre de Java tenía más rayas que los demás tipos de tigres, superando algunos ejemplares el número de 100. Otra característica morfológica destacable de esta subespecie eran los largos bigotes de sus mejillas, de mayor longitud que los de la mayoría de las otras subespecies.
En cuanto a su tamaño, los tigres de Java eran una de las subespecies más pequeñas, alcanzando los machos un peso de entre 100 y 141 kg y aproximadamente 2,45 metros de longitud, mientras que las hembras eran más pequeñas, alcanzando un peso de entre 75 y 115 kg.
Tigre de Java en su hábitat natural fotografiado por Andries Hoogerwerf en 1938. Publicada en petermaas.nl. |
Macho de tigre de java cazado durante la época colonial. Fuente: kidsanimalsfacts.com |
POSIBLES AVISTAMIENTOS
Como suele ser habitual en estos casos, aún hoy en día existen entusiastas que opinan que el tigre de Java sigue vagando por la extensa isla. Desde su supuesta extinción allá por los años 70-80 del siglo XX, no han sido pocos los testimonios de lugareños que afirman haber visto a los tigres o bien rastros dejados por estos. Incluso se ha llegado a afirmar que unos cachorros del tigre de Java fueron vendidos en 1995 en el mercado de Malang, la segunda ciudad más grande de la provincia de Java Oriental. Por supuesto afirmaciones como esta deben ser tomadas con mucha cautela, ya que si hubieran podido ser probadas como rotundamente ciertas por la ciencia occidental seguramente no se hablaría hoy en día del tigre de Java como un animal extinto, y lo cierto es que no es así. Mientras no se demuestre lo contrario el tigre de Java se considera extinto oficialmente desde 1994. Algunos de los supuestos avistamientos son atribuídos a confusiones con leopardos.
Desde 2008 hasta la actualidad han surgido testimonios de encuentros o de rastros dejados por los tigres. Desde el cuerpo sin vida de una excursionista encontrado en el Parque Nacional de Monte Merbabu hasta el avistamiento de una tigresa con 2 cachorros en las cercanías del monte Lawu. Una de las últimas noticias tuvo lugar en diciembre de 2011, cuando varios guardas del Parque Nacional de Meru Betiri (en el este de Java) encontraron huellas, excrementos y marcas de garras en los árboles que se atribuyen a un gran felino. El hallazgo hizo que las autoridades indonesias pusieran en marcha una campaña consistente en instalar una serie de cámaras permanentes en puntos estratégicos del Parque para intentar resolver el enigma de si el tigre de Java sigue existiendo o no. En el siguiente enlace puede leerse la noticia (en inglés):
Posibles rastros del tigre de Java en 2011 (The Jakarta Globe)
De momento, los únicos vestigios que sabemos seguro que se conservan del tigre de Java son varias pieles en el Museo de Historia Natural de Leiden (Holanda) y en el Museo Wiesbaden (Alemania), además de un esqueleto y diez cráneos en el primero de los museos citados.
Tigre de Java. Publicada en animalesextincion.es. |
Algunos links de interés: