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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que contar y contarlo" (Oscar Wilde). "Me he dedicado a investigar la vida y no sé por qué ni para qué existe" (Severo Ochoa).

jueves, 22 de octubre de 2015

Dos ciervos asiáticos y una extinción

El ciervo del padre David

Conocido con el nombre científico de Elaphurus davidianus, (Milne-Edwards, 1866), el ciervo del padre David está declarado extinto en estado salvaje por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y tan solo sobrevive en unas cuantas reservas naturales y parques zoológicos alrededor del mundo.

La población de esta especie (nativa de China) fue diezmada debido seguramente a diversas razones, como la utilización de su carne para consumo humano o las supuestas propiedades afrodisíacas de sus astas. Se piensa que hace aproximadamente 1.000 años no quedaban ejemplares en estado salvaje, aunque Dobroruka (1970) informó sobre dos pieles recolectadas en la isla de Hainan (cerca de la costa sureste de China) en 1869. Además, hay informes que hablan de un ejemplar abatido en 1939 cerca del Mar Amarillo, el cual es considerado frecuentemente como el último individuo conocido en estado salvaje de esta especie. En todo caso, el ciervo del padre David no fue conocido por la ciencia occidental hasta 1865, gracias al misionero francés Armand David, quien fue también descubridor del panda gigante. El Emperador de China, había reunido una manada de 34 ciervos de esta especie en su Parque Imperial de Caza, cerca de Pekín (actual Beijing). Esta manada estaba rodeada por un muro de 72 kilómetros y vigilada por una patrulla de guardas. El padre David había escuchado rumores acerca de lo que se ocultaba detrás de aquellos muros y sentía curiosidad. Consiguió sobornar a los guardas para que le entregasen pieles, cuernos y huesos de tres ejemplares a cambio de dinero, aprovechando que los citados vigilantes mataban algún ciervo de vez en cuando para alimentar a sus familias, a pesar de que podían ser castigados con la pena de muerte por tales actos. Dichos restos de los animales fueron enviados a París, donde el zoólogo Milne-Edwards confirmó que pertenecían a una especie hasta entonces desconocida para la ciencia y realizó la descripción, nombrándola en honor a su descubridor, el padre Armand David.

Ciervos del padre David en la Reserva Natural Dafeng (China). Autor de la foto: David Blank.

Más tarde, varios ejemplares de este animal serían donados por el Emperador chino y enviados a Europa. Durante 1894 y 1895 China sufrió inundaciones devastadoras que acabaron con buena parte del muro que protegía a la manada imperial. Muchos de los ciervos murieron arrastrados por las aguas y otros fueron cazados por la hambrienta población al abandonar la protección del recinto. En 1900, durante la rebelión de los bóxers, las tropas extranjeras que habían tomado Pekín, entraron en los Jardines Imperiales y acabaron con los pocos animales que aún vivían. Según algunas fuentes en ese momento la especie quedó extinguida en China, aunque según otras fuentes el último de los ciervos de la manada imperial murió en el zoo de Beijing en 1922.


Al enterarse de que el animal se había extinguido en China, el Duque de Bedford (aficionado a coleccionar animales extraños), reunió un total de 18 ciervos del padre David mediante su compra a distintos zoológicos europeos y comenzó un programa de cría en los terrenos de la Abadía de Woburn (Inglaterra). La población creció hasta 90 animales, pero la Primera Guerra Mundial volvió a poner a la especie en peligro, reduciendo el número de individuos hasta 50. En 1946 la población se había recuperado de nuevo, alcanzando los 300 animales. En 1956 el Duque de Bedford decidió enviar cuatro ejemplares al zoo de Beijing para iniciar su cría de nuevo en el país asiático. Para 1970, ya había 500 individuos sólo en la Abadía de Woburn y en 1986 veintidós ciervos fueron enviados desde dicha Abadía a China para ser soltados en la Reserva Dafeng, que ocupa los antiguos Jardines de Caza Imperiales.

Actualmente se estima que hay unos 2.000 ciervos de este tipo en el mundo y a pesar de que todos ellos descienden del pequeño grupo que reunió el Duque de Bedford en la Abadía de Woburn, no muestran problemas debidos a la endogamia.


El ciervo de Schomburgk

El ciervo de Schomburgk (Rucervus schomburgki) no corrió la misma suerte que el anterior. Fue descrito por Blyth en 1863 y nombrado en honor de Sir Robert H. Schomburgk, quien fue cónsul británico en Bangkok de 1857 a 1864. La especie es catalogada dentro del Género Cervus por algunos autores, aceptándose Cervus schomburgki como sinónimo.

Este ciervo habitó la zona centro-sur de Tailandia, aunque probablemente en el pasado su área de distribución incluyese Laos y el sur de China. Prefería para vivir las llanuras inundadas con hierba alta, caña de azúcar y matorrales, evitando las áreas con vegetación densa. Precisamente las preferencias en el hábitat tendrían mucho que ver con su extinción. La producción comercial de arroz para su exportación comenzó en Tailandia a finales del siglo XIX. Como consecuencia, a principios del siglo XX la mayor parte de las áreas pantanosas y praderas en las que este ciervo vivía, habían desaparecido. Las manadas de este animal se vieron confinadas en islas que se formaban en la época de lluvias y en las cuales eran sometidas a una gran presión de caza. A pesar de que en su día fue abundante en Tailandia, en la década de 1920 el ciervo de Schomgburk ya estaba avocado a la extinción. Se piensa que los últimos individuos en estado salvaje sobrevivieron más o menos hasta 1932. El último individuo conocido de la especie fue un macho adulto que vivía en un templo budista de Tailandia y murió tiroteado por un habitante local ebrio en 1938. La especie fue formalmente declarada extinta por la UICN en 1996.

Ciervo de Schomgburk fotografiado en el zoo de Berlín oeste por Lothar Schlawe en 1911.

Durante una visita a una tienda de medicina tradicional china situada en un área relativamente remota de Laos en 1991, Laurent Chazée, un agrónomo de Naciones Unidas, observó unas extrañas astas de ciervo a la venta. Chazée, tomó una fotografía de las astas y las identificó como pertenecientes a un ciervo de Schomburgk después de compararlas con las escasas fotografías de ejemplares de esta especie criados en zoos europeos a finales del siglo XIX y principios del XX. El dueño de la tienda le dijo a Chazée que las astas provenían de un animal cazado en 1990 en un distrito muy cercano.
Basándose en este hallazgo, los autores MacPhee y Flemming piensan que es posible que la especie aún sobreviva en Laos y debería investigarse más en profundidad. Los habitantes de la región boscosa de Laos de la que provienen las astas, sienten un gran respeto por los espíritus de los animales del bosque de acuerdo con su tradición, por eso está prohibida su caza. De esta manera, hay quien piensa que una población de estos animales podría haber sobrevivido en la zona hasta nuestros días, al no verse sometida a presión de caza alguna.

En 1870, el Jardín Zoológico de Hamburgo (Alemania) fue el primero en criar ciervos de Schomburgk. Por desgracia, ningún ejemplar ha sobrevivido en cautividad hasta hoy. El único animal que se conserva disecado se encuentra en el Museo de Historia Natural de París. Además se conservan unos pocos cráneos y astas.

Más información sobre el ciervo del padre David:

http://blogs.scientificamerican.com/tetrapod-zoology/the-seemingly-endless-weirdosity-of-the-milu/

http://www.iucnredlist.org/details/full/7121/0

http://www.animalesextincion.es/articulo.php?id_noticia=000276&titulo=Ciervo_del_padre_David_(Elaphurus_davidianus)

http://www.arkive.org/pere-davids-deer/elaphurus-davidianus/

http://www.ultimateungulate.com/artiodactyla/elaphurus_davidianus.html

http://blogueiros.axena.org/2012/12/18/la-milagrosa-salvacion-de-los-ciervos-del-padre-david/

Galería de fotos

http://wwf.panda.org/who_we_are/wwf_offices/china/news/?23995/Pere-Davids-deer-thrive-in-China-20-years-after-reintroduction

Más información sobre el ciervo de Schomburgk:

http://www.iucnredlist.org/details/full/4288/0

http://eol.org/pages/999297/details

http://www.ultimateungulate.com/Artiodactyla/Rucervus_schomburgki.html

http://www.petermaas.nl/extinct/speciesinfo/schomburgksdeer.htm

http://www.animalesextincion.es/articulo.php?id_noticia=000110

https://es.wikipedia.org/wiki/Rucervus_schomburgki



lunes, 28 de septiembre de 2015

El pavo del Congo, un hallazgo de la zoología moderna

El pavo del Congo, conocido científicamente como Afropavo congensis, (Chapin, 1936), es la única especie de faisán originaria de África. Su descubrimiento se lo debemos al Dr. James P. Chapin, quien, mientras trabajaba en el Museo de Historia Natural de Nueva York, visitó el Congo en una expedición que duró de 1909 a 1915.

Durante mucho tiempo los nativos del Congo habían estado familiarizados con un animal al que ellos llamaban mbulu. Lo cazaban con frecuencia para alimentarse de su carne y también usaban sus plumas como ornamento para la cabeza. Mientras tanto, el animal permanecía desconocido para la ciencia occidental.
En la localidad de Avakubi (actual República Democrática del Congo), Chapin observó a un nativo que portaba dos extrañas plumas entre las que formaban el adorno de su cabeza. Eran de color rojizo y con anchas bandas negras, de tal manera que llamaron la atención del científico americano, quien no consiguió identificar la especie de ave a la que pertenecían. Chapin le compró el ornamento al hombre que lo portaba, y aunque no fue capaz de descifrar el misterio del mbulu durante los aproximadamente 20 años siguientes, aquellas plumas permanecieron en su memoria. En 1936, mientras escribía el libro "Las aves del Congo belga", hizo una visita al Museo del Congo en Tervueren (Bélgica). Allí, olvidados en los armarios de una de las salas, en mal estado de conservación y llenos de polvo, se encontró con dos ejemplares de lo que parecía ser una especie de pavo, el problema era que hasta entonces no se conocía ninguna especie de pavo oriunda de África. A partir de ese momento Chapin contactó con ciudadanos belgas que habían servido en el Congo, consiguiendo testimonios de varios de ellos que afirmaban haber capturado al animal, e incluso probado su carne. El científico estadounidense regresó al Congo en 1937 y consiguió ver a los animales con sus propios ojos en la selva que circunda el río Ayena.

Macho de pavo del Congo fotografiado en el zoo de El Bronx. Autor: Stavenn (Wikimedia Commons).

Chapin volvió a los Estados Unidos con unos pocos ejemplares, a partir de los cuales realizó una descripción de la especie que sirvió para otorgarle un lugar dentro de la clasificación zoológica y un nombre científico acorde con la tradicional nomenclatura binomial latina utilizada por Linneo.

La parte superior del cuerpo de los machos es de color bronce-verdoso oscuro, mientras que la parte inferior es de color negro. En el pecho y la cola predominan las plumas de color azulado-violeta y la garganta es roja y desnuda. Además poseen un penacho de finas plumas de color blanco en la cabeza. La cola se despliega durante el cortejo al igual que en otras especies de pavos y poseen una espuela en la parte trasera de cada pata que usan en combates. Las hembras son ligeramente más pequeñas (hasta 63 cm de longitud por 70 cm del macho). Las plumas de la parte superior son de color verde esmeralda metalizado, mientras que las de la parte inferior del cuerpo son de color marrón. Poseen una pequeña cresta.

Hembra de pavo del Congo (thejunglestore.blogspot.com).

El área de distribución de esta especie es muy similar a la del okapi. Habita los bosques inaccesibles de la mitad norte de la República Democrática del Congo (antiguo Zaire). Muestra una distribución irregular que probablemente esté relacionada con la limitada disponibilidad de su hábitat óptimo. Debido a la inaccesibilidad de su hábitat y a su carácter tímido, esta ave ha sido poco estudiada en estado salvaje. Se piensa que viven en parejas o en pequeños grupos familiares que defienden un territorio compartido. Estudios en cautividad han mostrado unos lazos muy fuertes entre los miembros de la pareja. La hembra incuba la puesta en un agujero en el suelo durante unos 28 días y tras la eclosión ambos progenitores cuidan de los polluelos. Parecen no tener una dieta especializada, hay registros de la especie alimentándose de frutos de especies arbóreas comunes en su zona de distribución. También se sabe que se alimenta de insectos y otros invertebrados.

La población de estos animales se estima como mucho en 15.000 individuos y se sospecha que su tendencia es al decrecimiento, debido a la pérdida de hábitat y a una presión de caza que se cree mayor de lo que se pensaba. En la actualidad su hábitat se ve amenazado por la minería, la agricultura de subsistencia y la tala forestal. La caza de subsistencia y comercial va en aumento a medida que se establecen nuevos asentamientos humanos en su área de distribución. La captura mediante trampas colocadas para pequeños mamíferos y antílopes está probablemente bastante extendida. Además los huevos son recogidos para consumo humano. La pérdida de hábitat y la presión de caza también se ven incrementados por la presencia en el este de la República Democrática del Congo de guerrilleros y refugiados ruandeses, especialmente desde 1994.

Sello postal de la R.D. del Congo (Fuente).

 La especie está catalogada como "Vulnerable" por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). El zoo de Antwerp (Bélgica) comenzó en 1962 un programa de cría en cautividad. Además de haber unos 150 ejemplares en cautividad repartidos por todo el mundo, en la actualidad existe una población con potencial para la conservación a largo plazo en el Parque Nacional Maiko y probablemente también en el Parque Nacional Salonga. Varios proyectos de conservación que afectan a los bosques en los que vive esta especie se encuentran en desarrollo, en un intento por establecer poblaciones reproductoras en cautividad. También son llevadas a cabo campañas educativas destinadas a tratar de mitigar la caza de animales silvestres en la región y se está tratando de reforzar el número de guardas de la naturaleza en los Parques Nacionales y Reservas donde vive la especie.

Más información sobre el pavo del Congo:

http://www.iucnredlist.org/details/full/22679430/0

http://www.arkive.org/congo-peafowl/afropavo-congensis/

http://www.birdlife.org/datazone/speciesfactsheet.php?id=284

http://www.faisanesdelmundo.com/congo.php

http://eol.org/pages/915305/details

Galería de vídeos e imágenes sobre la especie

http://www.gbwf.org/pheasants/congo.html

http://karlshuker.blogspot.com.es/2013/06/my-top-ten-new-and-rediscovered-animals.html

Vídeo del animal en el zoo de Amsterdam

Sellos postales con la imagen del pavo del Congo

Más información sobre James P. Chapin:

http://diglib1.amnh.org/articles/chapin_bio/chapin_bio1.html

https://es.wikipedia.org/wiki/James_Chapin


sábado, 15 de agosto de 2015

El tiburón megaboca

La existencia del tiburón megaboca (Megachasma pelagios), Taylor, Compagno & Struhsaker, 1983, fue conocida el 15 de Noviembre de 1976, cuando un macho de 446 cm de longitud fue capturado involuntariamente por un buque de la marina americana frente a la costa de Kahuku Point, en la isla de Oahu (Hawaii). Aquel incidente no saldría a la luz hasta varios años después, debido a que se trataba de una operación clasificada de la marina estadounidense, que estaba intentando monitorizar la actividad de submarinos soviéticos en la zona en plena Guerra Fría. Para ello, desplegaron un sónar de tres millas de largo que habían desarrollado científicos de la Universidad de Houston que se encontraban a bordo de la embarcación intentando vender dicho sónar a los militares. En cada extremo, el sónar llevaba atados sacos de arena para mantenerlo en profundidad, y un paracaídas que actuaba como ancla de mar. A su vez había una línea de recuperación del conjunto unida a una bolla. El tiburón, quizás confundiéndolo con una nube anaranjada de krill, se comió uno de los paracaídas, asfixiándose con él y siendo arrastrado hasta la superficie del agua cuando los miembros de la misión trataban de recuperar el sónar una vez cumplido su trabajo.

Ejemplar de tiburón megaboca capturado en 1976, el primero conocido de su especie. Foto de Hugh Gallagher publicada en la web del Museo de Historia Natural de Florida.

Tendrían que pasar ocho años hasta que el segundo ejemplar de la especie fue capturado, el 29 de Noviembre de 1984, con una red de aguas profundas cerca de Isla Catalina, en California. Se trataba de un macho de 449 cm que fue preservado y hoy puede ser visitado por el público en el Museo del Condado de Los Ángeles (California). El tercer ejemplar conocido de la especie fue capturado el 18 de agosto de 1988. Era un macho de 515 cm que fue arrastrado hasta la orilla, unos 50 km al sur de Perth, en el oeste de Australia y fue exhibido en el Museo de Australia Occidental. Por tanto, en los primeros 12 años transcurridos desde el descubrimiento de esta especie, tan solo fueron avistados en total tres animales.

Después de la tercera captura de un ejemplar de esta especie, el número de avistamientos por todo el mundo se aceleró en los siguientes años, de tal manera que en los 10 años siguientes a la captura del tercer especimen se produjeron nueve avistamientos más, sin que nadie tenga una explicación convincente a este hecho. La cantidad total de avistamientos o capturas de este tipo de tiburones desde que se descubrió la especie en 1976 hasta nuestros días no está del todo clara. Dependiendo de la fuente consultada el número varía aproximadamente entre 60 y poco más de 100 especímenes registrados. En todo caso es una especie muy elusiva y uno de los tiburones menos conocidos. Es tan diferente de otros tiburones que ha tenido que ser creada su propia Familia zoológica para acoger a la especie (Megachasmidae).

Otra imagen de un tiburón megaboca. (C) Kaewnuratchadasorn, Pattarajit. Encyclopedia of Life.

Los megaboca alcanzan más de cinco metros de longitud. Tienen una cabeza grande, con hocico corto y, como su nombre sugiere, una boca extremadamente grande, que contiene más de cincuenta filas de pequeños dientes en forma de gancho. La parte superior del cuerpo es de color negruzco o marrón, mientras que la parte inferior es blanca. Tienen dos aletas dorsales de diferente tamaño y destaca el lóbulo superior de su aleta caudal, mucho más largo que el inferior.

El área de distribución de esta especie es muy amplio. Han sido capturados en los océanos Índico, Pacífico y Atlántico. Sin embargo, el megaboca es considerado peor nadador y menos activo que las otras dos especies de tiburones filtradores (el tiburón ballena y el tiburón peregrino) debido a varias de sus características anatómicas, como su cola asimétrica o la flacidez de su cuerpo. Habitante del océano abierto, se piensa que prefiere profundidades comprendidas entre 150 y 1.000 metros.
El sexto megaboca capturado (1990) aportó importante información acerca de la ecología de esta especie tras ser equipado con un equipo de seguimiento acústico y seguido durante dos días. Se vió que pasaba el día en las aguas profundas y ascendía a profundidades medias durante la noche. Muy probablemente estas migraciones verticales se produzcan en respuesta a los movimientos realizados por organismos planctónicos como el krill. Se piensa que al igual que otros tiburones filtradores se alimenta atravesando los bancos de presas con la boca abierta, pero no se han realizado observaciones directas.

Megaboca capturado en el sudeste asiático. (C) The Fish Database of Taiwan.

Los contenidos estomacales estudiados hasta ahora indican que la principal presa de estos tiburones son los eufausiáceos como el krill, sin embargo también se alimenta de copépodos y medusas, y se piensa que se podrían alimentar de otros invertebrados pelágicos e incluso de pequeños peces.

Respecto a posibles depredadores, hay registrado el ataque de varios cachalotes (Physeter macrocephalus) sobre uno de estos tiburones. Ocurrió en el norte de Sulawesi (Indonesia) en 1998. Varios investigadores que se encontraban observando las ballenas fueron testigos del ataque, en el cual el tiburón acabó con heridas en la base de su aleta dorsal y en las branquias.

Imágenes del animal en su hábitat natural:



En cuanto a su reproducción, los tiburones megaboca son animales ovovivíparos. Los embriones se alimentan de huevos producidos por la madre después de eclosionar dentro del útero materno (oofagia). Los sexos son separados y las crías son como miniaturas de los adultos en el momento de su nacimiento.

La principal amenaza actual para estos animales es la captura accidental mediante diferentes métodos de pesca. Se sospecha que se han capturado muchos más tiburones de este tipo de los que hay constancia, pero la mayoría han sido devueltos a las aguas ya que resultan difíciles de manejar debido a su tamaño y además no es una especie de utilidad para el ser humano.

No existen datos suficientes acerca del número de efectivos de esta especie o la tendencia de sus poblaciones, por lo que no es posible evaluar si se encuentra o no en peligro de extinción. Por ello se clasifica en la categoría Data deficient (insuficientes datos) por parte de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) a la espera de que se lleven a cabo estudios que aporten más información sobre el estatus de la especie.

Algunos enlaces de interés:

http://www.iucnredlist.org/details/full/39338/0

https://en.wikipedia.org/wiki/Megamouth_shark

http://eol.org/pages/218968/details

http://www.sharks-world.com/megamouth_shark/

http://www.sharkinfo.ch/SI1_99e/megachasma.html#Dr. John F. Morrissey

Otro vídeo del tiburón megaboca

http://www.flmnh.ufl.edu/fish/Gallery/Descript/Megamouth/megamouth.htm

http://www.fishbase.org/Summary/speciesSummary.php?ID=5909&AT=megamouth