El panda gigante (
Ailuropoda melanoleuca) se ha convertido en uno de los animales salvajes preferidos por el gran público, además de un símbolo de la lucha por la conservación de la naturaleza a nivel mundial. Su descubrimiento para la ciencia occidental tuvo lugar en 1869 de la mano del misionero y naturalista francés
Jean Pierre Armand David, quien dio a conocer al mundo numerosas especies de plantas y animales originarias de China, algunas de ellas de gran tamaño, como el
ciervo del padre David, bautizado así en su honor. Por aquella época (segunda mitad del siglo XIX), eran conocidas por algunos eruditos occidentales ciertas representaciones artísticas chinas antiguas, en las cuales se apreciaba una criatura con aspecto de oso, predominantemente de color blanco, aunque con extremidades oscuras, que eran normalmente atribuidas a imágenes de osos polares llevados a China por cazadores -aún cuando las extremidades del oso polar son del mismo color (blanco) que el resto de su cuerpo-.
El 11 de marzo de 1868, el padre David descubrió la piel de un misterioso animal en la casa de un terrateniente de Szechwan. Parecía coincidir con la criatura mostrada en las antiguas representaciones artísticas, es decir, una especie de oso polar de extremidades negras. Esta piel despertó inmediatamente el interés del misionero, quien tuvo claro desde el principio que no podía tratarse de un oso polar. David contrató a algunos cazadores con la misión de conseguir ejemplares del misterioso animal. El 23 de marzo de 1869 ya habían conseguido cazar un animal joven, y pocos días después se hicieron con un adulto.
El padre David bautizó la especie con el nombre de
Ursus melanoleucus (oso blanco y negro), sin embargo, al llegar los especímenes cazados a Europa y ser examinados por el especialista en mamíferos
Alphonse Milne-Edwards, este creyó conveniente clasificar el nuevo animal como un pariente cercano de los mapaches y del
panda menor o panda rojo (
Ailurus fulgens), descrito en 1825 por Georges Cuvier. De esta manera, Milne-Edwards decidió cambiar el nombre de la especie por el de
Ailuropoda melanoleuca, haciendo referencia tanto al parecido en la estructura de los pies del nuevo animal con los del panda menor, como a su coloración blanca y negra. El nombre común de la especie (panda gigante) deriva de su parecido físico con el panda menor y de su mayor tamaño.
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Panda gigante fotografiado en su hábitat natural, utilizando cámaras trampa que se activan con el movimiento.
Flickr / Encyclopedia of Life. |
Después de su descubrimiento oficial, unos pocos ejemplares fueron cazados y enviados a museos en occidente, sin embargo, el panda gigante siempre se mostró como un animal muy elusivo. Desde la década de 1880 hasta la de 1920, tan solo un ejemplar joven (regalado a un zoólogo alemán en su visita a China), fue visto con vida por los científicos occidentales, aunque murió pocos días después. En aquellos años se empezaba a pensar que la especie podría haberse extinguido. En abril de 1929 tendría lugar un suceso que, a la postre, sería decisivo en la conservación de la especie. Dos hijos del presidente estadounidense Theodore Roosvelt, consiguieron matar un panda gigante después de seguir su rastro durante 2 horas y media en las montañas
Hsifan. Su trofeo de caza sería expuesto en el Museo de Historia Natural de Chicago.
La noticia saltó a los medios de comunicación, centrando la atención del gran público en un animal hasta esa fecha poco conocido fuera de los círculos científicos. De esta manera, no solo era evidente que el panda gigante no se había extinguido, sino que además empezó a cobrar fama mundial, incitando a numerosos cazadores a buscar al animal para incluirlo entre sus trofeos. Sin embargo, hacia mitad de la década de 1930 la fiebre por dar caza a un panda ya había pasado, siendo sustituida por un objetivo bien distinto: llevar un panda vivo a occidente. En diciembre de 1936 llegaba a los Estados Unidos
Su-Lin, una cría de panda que había sido capturada por
Ruth Harkness, quien desembarcó en el puerto de San Francisco con el animal en brazos.
Su-Lin se convirtió en el primer panda gigante vivo en ser expuesto en un país occidental, concretamente en el zoo Brookfield de Chicago. La alegría no duraría mucho, ya que moriría menos de 2 años después de su llegada al atragantarse con una rama. Sin embargo, en los siguientes años llegarían a occidente más pandas gigantes, convirtiéndose en las atracciones principales de los parques zoológicos.
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Ruth Harkness con Su-Lin en brazos. (fuente) |
La reclasificación taxonómica de la especie por parte de Milne-Edwards hijo, fue seguida por muchos años de debate acerca de la verdadera identidad del panda gigante. En este sentido, puede decirse que existían dos grandes corrientes, una de las cuales afirmaba que se trataba de un verdadero oso, con el Dr. Dwight Davis, del Museo de Historia Natural de Chicago, como uno de sus miembros destacados. Mientras que la otra gran corriente, con el experto en carnívoros de la Universidad de Ghana Dr. R.F. Ewer a la cabeza, era partidaria de clasificar al panda gigante como un pariente de los mapaches. Incluso había una tercera corriente, encabezada entre otros por el
Dr. George Schaller (vicepresidente de la Sociedad Zoológica de Nueva York), que abogaba por crear una familia zoológica nueva con el panda gigante como único miembro, o bien incluyendo también al panda rojo o menor. Todas estas tendencias únicamente se basaban en el estudio y comparación de caracteres anatómicos, hasta que en 1956 comenzaron a sentarse las bases de la clasificación taxonómica moderna del panda, con la publicación de un artículo por parte de los investigadores de la Universidad de Kansas Charles Leone y Alvin Wiens. Fueron los primeros en realizar un estudio serológico del panda, desvelando un parentesco con los osos. A este estudio le siguieron análisis bioquímicos más detallados, hasta que en 1983, Stephen O´Brien y otros científicos del
National Cancer Institute de los Estados Unidos, utilizaron la técnica de hibridación del DNA para comparar directamente el material genético del panda gigante con el de osos y mapaches. Se ayudaron además de otros tests bioquímicos utilizados para disminuir las posibilidades de error. Los estudios de O´Brien y colaboradores indicaron que el panda gigante representaba una rama altamente especializada de los osos, mientras que el panda menor estaba estrechamente emparentado con los mapaches. A partir de entonces parece que se ha cerrado el debate sobre la identidad de esta especie, aceptándose su inclusión dentro de la familia de los Úrsidos junto al resto de osos del mundo, dando la razón a su descubridor, el padre David, quien había descrito inicialmente al panda gigante como una nueva especie de oso.
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Panda gigante alimentándose de bambú en el centro de cría de la especie de Chengdu, provincia de Sichuan (China).
(C) David Blank / Animal Diversity Web. |
En el pasado el área de distribución del panda gigante comprendía buena parte del este y sur de China, llegando incluso hasta Birmania y Vietnam. Hoy en día, está restringido a seis cadenas montañosas separadas entre sí, en las provincias chinas de Gansu, Shaanxi y Sichuan, en el borde oriental de la llanura del Tíbet. Habita bosques templados de montaña con abundancia de bambú, entre 1.200 y 4.100 metros de altitud. El aumento de las actividades industriales humanas, especialmente a partir de 1949 en China, ha provocado la fragmentación del hábitat de los pandas, con la pérdida de numerosas áreas forestales, lo que ha provocado que estos osos hayan tenido que buscar lugares habitables por encima de los 1.000 metros de altitud.
Para intentar estimar el número total de efectivos de la especie, el gobierno chino ha llevado a cabo cuatro grandes censos desde 1974, a intervalos de aproximadamente 10 años. El último de ellos tuvo lugar entre 2011 y 2014, movilizando a 2.000 personas y cubriendo un total de casi cuatro millones y medio de hectáreas de terreno. Dicho censo arrojó una estimación de unos 2.060 individuos, siendo aproximadamente la mitad de ellos adultos maduros reproductivamente. Estos datos confirman la tendencia al crecimiento de la población de pandas que se ha detectado a partir del segundo censo nacional, llevado a cabo entre 1985 y 1988, seguramente gracias a las medidas de protección de los bosques y de reforestación llevadas a cabo en el país asiático. La especie está catalogada como vulnerable por la UICN (
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
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Hembra de panda gigante con su cachorro recién nacido en el centro de cría de Chengdu. (fuente) |
Los pandas gigantes han evolucionado especializándose en una dieta basada casi exclusivamente en el bambú, siendo esta planta una fuente muy pobre en proteínas y conteniendo altas cantidades de lignina y celulosa. Esto hace que los pandas tengan que consumir diariamente enormes cantidades de esta planta (entre 10 y 18 kg.), para conseguir cubrir sus requerimientos energéticos diarios. En comparación con los herbívoros, el panda tiene una baja eficiencia digestiva, ya que su aparato digestivo es similar al de sus antepasados carnívoros, por lo que dedica gran parte de su tiempo a alimentarse (unas 14 horas diarias). Un reciente estudio ha demostrado que la flora microbiana intestinal del panda juega un papel importante en la digestión de las fibras de bambú, lo que ayudaría a compensar su baja eficiencia digestiva. Otra adaptación que ayuda a compensar el bajo aporte energético del bambú es el escaso gasto diario de energía de estos animales, similar al de un perezoso o al de un reptil. Además, muestran adaptaciones comportamentales destinadas a compensar el escaso aporte energético de su fuente de alimento principal, como por ejemplo seleccionar las partes más nutritivas de las plantas de bambú o alimentarse de diferentes especies dependiendo de la estación del año.
A pesar de que está ampliamente extendido que la dieta de los pandas gigantes se compone exclusivamente de bambú, no es así. Estos osos también se alimentan de otros tipos de materia vegetal y ocasionalmente pueden comer carne. Algunos ejemplares han sido vistos comiendo carroña y se piensa que pueden llegar a cazar activamente roedores como los
pikas, o
ciervos almizcleros jóvenes. Incluso imágenes de una cámara trampa mostraron a un individuo que acostumbraba a cazar cabras domésticas.
Por último, destacar que en las montañas
Qinling vive una población de pandas gigantes genéticamente distintos a sus congéneres, con características físicas diferenciales, como un pelaje de color marrón y blanco (en lugar del común negro y blanco del resto de pandas) y una cabeza más redonda, similar a la de los felinos, en contraposición a la cabeza más alargada y más parecida al resto de especies de osos de los pandas "comunes". Algunos expertos han propuesto considerar a estos pandas una subespecie en sí misma, la subespecie de
Qinling, diferenciándola del resto de pandas, que constituirían la subespecie de
Sichuan. La clasificación de los pandas de
Qinling como subespecie distinta no es aceptada por todos los expertos, que sí coinciden sin embargo en que esta población debe ser gestionada como una unidad de conservación, en base a mantener su estructura genética y sus posibles adaptaciones al medio.
Más información sobre el panda gigante:
Documental de Nat Geo Wild (en inglés) titulado "La vida de los pandas gigantes"
http://www.iucnredlist.org/details/full/712/0
http://www.arkive.org/giant-panda/ailuropoda-melanoleuca/
https://nationalzoo.si.edu/animals/giant-panda
http://wwf.panda.org/what_we_do/endangered_species/giant_panda/
http://animals.nationalgeographic.com/animals/mammals/giant-panda/
http://www.worldwildlife.org/species/giant-panda
http://www.panda.org.cn/english/
http://animals.sandiegozoo.org/animals/giant-panda
http://animaldiversity.org/accounts/Ailuropoda_melanoleuca/
http://www.bearsoftheworld.net/qinling_panda_bear.asp
http://cntvna.com/News/2013-10/17/cms90919article.shtml
http://lazy-lizard-tales.blogspot.com.es/2012/01/on-meat-eating-giant-pandas.html