BIOLOGÍA, CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA Y EVOLUCIÓN
Pocos son los animales ya extintos de los cuales se pueden visionar imágenes reales tomadas por seres humanos. Uno de estos extraños casos es el del Tilacino.
Con el nombre científico de Thylacinus cynocephalus (Harris, 1808), además de tilacino, también era llamado lobo marsupial o tigre de Tasmania. Fue el mayor de los carnívoros marsupiales que sobrevivió hasta los tiempos históricos, alcanzando hasta 130 cm de longitud total (180 según algunas fuentes), hasta 68 cm de cola y 35 kg de peso.
Originario de Australia, Nueva Guinea y Tasmania, acabó quedando relegado a esta última isla, donde el supuesto último ejemplar de la especie murió en el Parque Zoológico de Hobart en 1936. Y digo "supuesto" porque los pretendidos avistamientos a partir de esa fecha han sido numerosos, aunque ninguno ha podido confirmar la supervivencia de esta especie en nuestros días. La competencia con el dingo y una caza indiscriminada por ser considerado un peligro para los animales de las granjas fueron las dos principales razones que llevaron a la desaparición del animal.
Los primeros avistamientos confirmados del animal datan de finales del siglo XVIII. Fueron realizados por exploradores europeos, aunque la especie ya era bien conocida desde hacía mucho tiempo por los aborígenes australianos. La primera descripción detallada del tilacino fue realizada por George Harris en 1808, quien encuadró al animal dentro del género Didelphis, que había sido creado por Linneo. Sin embargo, el nombre científico definitivo le fue dado en 1824 por el naturalista, botánico y zoólogo Coenraad Jacob Temminck, el cual encuadró la especie dentro de un nuevo género al que dió el nombre de Thylacinus, palabra que proviene del griego "thylakos" que significa "bolsillo", en clara referencia a la naturaleza marsupial del lobo de Tasmania. Un estudio llevado a cabo en 2009 sobre el genoma mitocondrial del tilacino y publicado en Genome Research afirma que el numbat (Myrmecobius fasciatus) es su pariente más próximo.
Curiosamente el tilacino no fue declarado oficialmente extinto por un decreto internacional hasta el año 1986, es decir, 50 años después de la muerte del último ejemplar en cautividad.
Como se ha dicho, el tilacino era carnívoro. Probablemente depredaban canguros, pequeños roedores y aves. Algunos informes indican que perseguían a sus presas durante largas distancias hasta que estas caían agotadas. Esta forma de cazar podemos observarla actualmente en los lobos, no en vano el tilacino es considerado un claro ejemplo de evolución convergente, un tipo de evolución en el que organismos no relacionados filogenéticamente desarrollan una apariencia similar debido a un estilo de vida similar. Es evidente el parecido físico entre el tilacino y el lobo aunque no estén emparentados.
En cuanto a su hábitat, parece ser que el tilacino tenía preferencia por los bosques abiertos y praderas, aunque al final de sus días acabó confinado en selvas del suroeste de Tasmania debido a la presión humana.
Los nacimientos de tilacinos tenían lugar a lo largo de todo el año, pero se concentraban especialmente en los meses de diciembre a marzo. Nacían normalmente entre 2 y 4 crías de un tamano muy pequeño y sin pelo, que se supone que permanecían en el marsupio alrededor de 3 meses y después acompañaban a su madre unos 6 meses más. Sólo criaron una vez en cautividad. Fue en el zoo de Melburne en 1899. Su esperanza de vida era algo más elevada en cautiverio que en estado natural, llegando al acanzar los nueve años.
SUPUESTOS AVISTAMIENTOS
Los primeros en dar por extinto al tilacino fueron los investigadores Thornback y Jenkins en 1982. Sería cuatro años más tarde, en 1986, cuando fue declarado oficialmente extinto por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) después de haber dejado transcurrir 50 años desde la observación del último ejemplar (el animal fallecido en el zoo de Hobart). A pesar de que cada vez se encontraban tilacinos con mayor dificultad en libertad y de la más que evidente decadencia de su población, las medidas proteccionistas no fueron puestas en marcha por el gobierno de Tasmania hasta tan sólo 59 días antes de que se produjera la muerte del último ejemplar en el zoológico de Hobart. Aún así, fueron muchos los que creyeron que todavía podían quedar ejemplares en libertad. Por ejemplo Eric Guiler y David Fleay (autor de la última foto tomada al tilacino del zoo de Hobart) emprendieron una búsqueda por el noroeste de Tasmania y encontraron huellas, excrementos y escucharon voces que coincidían con las descritas para el tigre marsupial. Además recopilaron testimonios de gente de la zona que afirmaba haber visto al animal en fechas recientes. Estos datos hacen pensar que pudieron sobrevivir tilacinos en libertad al menos hasta los años 60 del siglo XX.
Distintas asociaciones han recopilado pruebas sobre la posible existencia del tilacino desde 1936, como la Australian Rare Fauna Research Association, Mystery Animal Research Centre of Australia o el Ministerio de Conservación y Gestión de la Tierra Australiano, además de investigadores independientes. En total se han registrado miles de supuestas pistas acerca de la supervivencia del tilacino, pero ninguna de ellas ha podido confirmar definitivamente que esta especie sigue existiendo.
Dos observaciones destacadas son las realizadas por dos miembros del "Tasmania Parks and Wildlife Service" en 1982 y 1995 respectivamente. Ambas sucedieron en la zona norte de la isla. En 1997 algunos misioneros y habitantes de la zona cercana al monte Carstenz, en Papúa Occidental, afirmaron haber visto lobos marsupiales.
Una de las observaciones más famosas y recientes fue la realizada por Klaus Emmerichs en febrero de 2005. Este turista alemán tomó una serie de fotografías digitales en las que se mostraba la parte posterior de un supuesto tilacino, pero dichas fotografías fueron consideradas no concluyentes como evidencia de la existencia del lobo marsupial.
En este enlace puede consultarse una cronología de las pistas encontradas acerca del tilacino:
Posibles rastros del tilacino
Otra famosa prueba es la filmación llevada a cabo en 1973 en el sur de Australia por Liz y Gary Doyle. Filmaron por un corto periodo de tiempo a un animal con apariencia de perro mientras corría. Dicha secuencia de vídeo fue troceada en fragmentos por varios investigadores y a partir de los mismos intentaron comparar las dimensiones del animal con las de un galgo a la carrera. Las imágenes del galgo también eran fragmentos de un vídeo en el que se observaba al animal corriendo. Uno de los autores que examinó el intrigante vídeo, Campbell, sacó las siguientes conclusiones: "después de hacer un análisis exhaustivo de las imágenes fragmento a fragmento, me veo incapaz de emitir cualquier opinión sólida acerca de él. La calidad de la imagen es demasiado pobre y el movimiento es demasiado inestable como para que se pueda llegar a la firme conclusión de que el animal de las imágenes es un tilacino. Sin embargo, la manera en que el animal corre es en efecto bastante interesante y en algunos fragmentos parece que pueden apreciarse las bandas de sus cuartos traseros".
El autor de la publicación online "Magnífico superviviente - la continuación de la existencia del tigre de Tasmania", afirma lo siguiente acerca del vídeo de Gary y Liz Doyle: " las dimensiones del animal mostrado en el vídeo de Doyle no encajan con las de un zorro o un perro, especialmente las piernas traseras, que son idénticas a las de un tilacino. El animal también parece ser más grande que un zorro y su cola más larga y rígida. La mayor parte de la fuerza de propulsión al correr viene de sus patas traseras, y algunos fotogramas lo muestran en una posición parecida a la de un canguro. Es muy fácil identificar una falsa imagen de un tilacino, pero no puedo decir que vea algo en este vídeo que me haga pensar que es un engaño".
Chris Rehberg, autor de la web "wherelightmeetsdark.com" también ha sacado sus propias conclusiones acerca de la grabación Doyle: "este análisis ha demostrado que las proporciones generales del cuerpo del animal del vídeo de 1973-incluyendo las dimensiones del tronco, forma de la cabeza, forma de las orejas, posición de las orejas, espesor de la cola, base de la grupa, postura de la cola, posición de la pata, proporciones de las patas y curvatura de la columna vertebral- son consistentes con las de un tilacino. Aún así, no se puede descartar totalmente que dichas imágenes puedan pertenecer a otro tipo de animal".
En un análisis posterior utilizando tecnología que permitió ver con más claridad las imágenes, Rehberg asegura que las siguientes características visibles en el vídeo de Doyle son las que más fuertemente le conducen a pensar que el animal de la grabación es un tilacino filmado en la parte continental de Australia en 1973:
1) La proporción de los pies traseros en comparación con otros huesos de las patas traseras y en relación con el resto del cuerpo.
2) La proporción y postura de la cola en relación con el resto del cuerpo.
3) La forma de los cuartos traseros.
4) La profundidad del cuello y el pecho.
Según este autor, el nuevo y más exhaustivo análisis refuerza sus primeras conclusiones de que en numerosas proporciones corporales el animal de la grabación de Doyle encaja con el tilacino. Debido a la enorme variedad de formas corporales en los perros actuales, no se puede concluir que el animal de la grabación no es un perro, pero este nuevo análisis resalta dos características que podemos descartar en los perros en general, como son el tamaño y postura de los pies traseros y la forma de los cuartos traseros.
El autor también concluye que las aparentes bandas que se observan en el animal de Doyle son producto de la propia coloración del animal y no son un artefacto introducido utilizando tecnología informática.
La convicción de Rehberg respecto a que el animal de la grabación
Doyle puede ser un tilacino queda reforzada.
Por lo tanto podemos estar ante una prueba de que en los años 70 del siglo XX aún existían tilacinos en la Australia continental, cuando se creían extintos de este lugar desde hace entre 3.000 y 4.000 años según la fuente consultada.
RECUPERACIÓN DEL TILACINO
Actualmente en Australia se debate sobre la posible clonación del tilacino a partir de un feto conservado durante 140 años. El feto está sumergido en alcohol y la idea es extraer de él el ADN intacto. Un equipo de investigación obtuvo un pequeño número de copias, el cual fue aumentado enormemente por técnicas de ingeniería genética. Actualmente uno de los mayores obstáculos a este proyecto es encontrar una madre adecuada para el tilacino en desarrollo, es decir, el embrión de tilacino tendría que desarrollarse en el útero de la hembra de una especie genéticamente lo más cercana posible al tilacino. Como se comentó más arriba, un reciente estudio del ADN mitocondrial ha desvelado que la especie actual más estrechamente emparentada con el tigre de Tasmania es el numbat. Sin embargo, quizás debido al pequeño tamaño de este animal en comparación con su pariente supuestamente extinto, probablemente no sea la madre de alquiler más adecuada. Por eso el más firme candidato es el diablo de Tasmania (Sarcophilus harrissi). Otro candidato puede ser el quoll tigre (Dasyurus maculatus). Ambas especies están emparentadas con el tilacino.
Otro de los problemas serían las consecuencias bioéticas que se derivarían de una clonación de este tipo. Por ejemplo ¿Qué sentido tendría renacer una especie extinta? ¿Sería bueno ecológicamente? ¿Podría alterar el equilibrio actual de los ecosistemas australianos? ¿Ocasionaría perjuicios económicos a los granjeros de las zonas en las que habita? ¿Quién pagaría por ellos? ¿Se pretende realmente que el tilacino viva en libertad o sería utilizado como atracción en circos y parques zoológicos?
Este es el trailer para el Reino Unido de la película de 2011 The Hunter, basada en la novela de Julia Leigh, en la que Willem Dafoe actúa como mercenario al servicio de una empresa de biotecnología militar que le encarga ir en busca de pruebas de la supervivencia del tilacino.
Este vídeo muestra a partir del minuto 3:15 diferentes grabaciones de animales que podrían ser tilacinos, incluída la famosa grabación Doyle. En mi opinión el que más parecido muestra con el tilacino es el animal de la grabación de Mainland, en 1966 (a partir del minuto 3:37). Aún así, no sería descartable que se tratase de un dingo.
En el siguiente vídeo (en inglés) puede verse el capítulo de Animal X Natural Mystery Unit dedicado al tilacino. En él los investigadores recogen numerosos testimonios de gente que asegura haberse encontrado con el tilacino en nuestros días:
Pocos son los animales ya extintos de los cuales se pueden visionar imágenes reales tomadas por seres humanos. Uno de estos extraños casos es el del Tilacino.
Con el nombre científico de Thylacinus cynocephalus (Harris, 1808), además de tilacino, también era llamado lobo marsupial o tigre de Tasmania. Fue el mayor de los carnívoros marsupiales que sobrevivió hasta los tiempos históricos, alcanzando hasta 130 cm de longitud total (180 según algunas fuentes), hasta 68 cm de cola y 35 kg de peso.
Originario de Australia, Nueva Guinea y Tasmania, acabó quedando relegado a esta última isla, donde el supuesto último ejemplar de la especie murió en el Parque Zoológico de Hobart en 1936. Y digo "supuesto" porque los pretendidos avistamientos a partir de esa fecha han sido numerosos, aunque ninguno ha podido confirmar la supervivencia de esta especie en nuestros días. La competencia con el dingo y una caza indiscriminada por ser considerado un peligro para los animales de las granjas fueron las dos principales razones que llevaron a la desaparición del animal.
Los primeros avistamientos confirmados del animal datan de finales del siglo XVIII. Fueron realizados por exploradores europeos, aunque la especie ya era bien conocida desde hacía mucho tiempo por los aborígenes australianos. La primera descripción detallada del tilacino fue realizada por George Harris en 1808, quien encuadró al animal dentro del género Didelphis, que había sido creado por Linneo. Sin embargo, el nombre científico definitivo le fue dado en 1824 por el naturalista, botánico y zoólogo Coenraad Jacob Temminck, el cual encuadró la especie dentro de un nuevo género al que dió el nombre de Thylacinus, palabra que proviene del griego "thylakos" que significa "bolsillo", en clara referencia a la naturaleza marsupial del lobo de Tasmania. Un estudio llevado a cabo en 2009 sobre el genoma mitocondrial del tilacino y publicado en Genome Research afirma que el numbat (Myrmecobius fasciatus) es su pariente más próximo.
El tilacino podía abrir sus fauces en un ángulo aproximado de 120 grados. Imagen de David Fleay publicada en taringa.net. |
El aspecto del tilacino era el de un perro grande, con pelaje muy corto y una cola larga semejante a la de los canguros. El color variaba entre el pardo-amarillento y el marrón oscuro y una de las características más notorias era la presencia en la parte dorsal del animal de entre 13 y 19 bandas de color oscuro (13-21 según algunas fuentes).
Numbat en el zoo de Perth (Australia occidental). Los estudios de ADN mitocondrial indican que es el pariente más próximo del tilacino. Foto de Martin Pot / Wikimedia Commons. |
Como se ha dicho, el tilacino era carnívoro. Probablemente depredaban canguros, pequeños roedores y aves. Algunos informes indican que perseguían a sus presas durante largas distancias hasta que estas caían agotadas. Esta forma de cazar podemos observarla actualmente en los lobos, no en vano el tilacino es considerado un claro ejemplo de evolución convergente, un tipo de evolución en el que organismos no relacionados filogenéticamente desarrollan una apariencia similar debido a un estilo de vida similar. Es evidente el parecido físico entre el tilacino y el lobo aunque no estén emparentados.
En cuanto a su hábitat, parece ser que el tilacino tenía preferencia por los bosques abiertos y praderas, aunque al final de sus días acabó confinado en selvas del suroeste de Tasmania debido a la presión humana.
Cazador junto al cadáver de un tilacino. Blogs.scientificamerican.com. |
Los nacimientos de tilacinos tenían lugar a lo largo de todo el año, pero se concentraban especialmente en los meses de diciembre a marzo. Nacían normalmente entre 2 y 4 crías de un tamano muy pequeño y sin pelo, que se supone que permanecían en el marsupio alrededor de 3 meses y después acompañaban a su madre unos 6 meses más. Sólo criaron una vez en cautividad. Fue en el zoo de Melburne en 1899. Su esperanza de vida era algo más elevada en cautiverio que en estado natural, llegando al acanzar los nueve años.
SUPUESTOS AVISTAMIENTOS
Los primeros en dar por extinto al tilacino fueron los investigadores Thornback y Jenkins en 1982. Sería cuatro años más tarde, en 1986, cuando fue declarado oficialmente extinto por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) después de haber dejado transcurrir 50 años desde la observación del último ejemplar (el animal fallecido en el zoo de Hobart). A pesar de que cada vez se encontraban tilacinos con mayor dificultad en libertad y de la más que evidente decadencia de su población, las medidas proteccionistas no fueron puestas en marcha por el gobierno de Tasmania hasta tan sólo 59 días antes de que se produjera la muerte del último ejemplar en el zoológico de Hobart. Aún así, fueron muchos los que creyeron que todavía podían quedar ejemplares en libertad. Por ejemplo Eric Guiler y David Fleay (autor de la última foto tomada al tilacino del zoo de Hobart) emprendieron una búsqueda por el noroeste de Tasmania y encontraron huellas, excrementos y escucharon voces que coincidían con las descritas para el tigre marsupial. Además recopilaron testimonios de gente de la zona que afirmaba haber visto al animal en fechas recientes. Estos datos hacen pensar que pudieron sobrevivir tilacinos en libertad al menos hasta los años 60 del siglo XX.
Distintas asociaciones han recopilado pruebas sobre la posible existencia del tilacino desde 1936, como la Australian Rare Fauna Research Association, Mystery Animal Research Centre of Australia o el Ministerio de Conservación y Gestión de la Tierra Australiano, además de investigadores independientes. En total se han registrado miles de supuestas pistas acerca de la supervivencia del tilacino, pero ninguna de ellas ha podido confirmar definitivamente que esta especie sigue existiendo.
Dos observaciones destacadas son las realizadas por dos miembros del "Tasmania Parks and Wildlife Service" en 1982 y 1995 respectivamente. Ambas sucedieron en la zona norte de la isla. En 1997 algunos misioneros y habitantes de la zona cercana al monte Carstenz, en Papúa Occidental, afirmaron haber visto lobos marsupiales.
Una de las observaciones más famosas y recientes fue la realizada por Klaus Emmerichs en febrero de 2005. Este turista alemán tomó una serie de fotografías digitales en las que se mostraba la parte posterior de un supuesto tilacino, pero dichas fotografías fueron consideradas no concluyentes como evidencia de la existencia del lobo marsupial.
En este enlace puede consultarse una cronología de las pistas encontradas acerca del tilacino:
Posibles rastros del tilacino
Otra famosa prueba es la filmación llevada a cabo en 1973 en el sur de Australia por Liz y Gary Doyle. Filmaron por un corto periodo de tiempo a un animal con apariencia de perro mientras corría. Dicha secuencia de vídeo fue troceada en fragmentos por varios investigadores y a partir de los mismos intentaron comparar las dimensiones del animal con las de un galgo a la carrera. Las imágenes del galgo también eran fragmentos de un vídeo en el que se observaba al animal corriendo. Uno de los autores que examinó el intrigante vídeo, Campbell, sacó las siguientes conclusiones: "después de hacer un análisis exhaustivo de las imágenes fragmento a fragmento, me veo incapaz de emitir cualquier opinión sólida acerca de él. La calidad de la imagen es demasiado pobre y el movimiento es demasiado inestable como para que se pueda llegar a la firme conclusión de que el animal de las imágenes es un tilacino. Sin embargo, la manera en que el animal corre es en efecto bastante interesante y en algunos fragmentos parece que pueden apreciarse las bandas de sus cuartos traseros".
El autor de la publicación online "Magnífico superviviente - la continuación de la existencia del tigre de Tasmania", afirma lo siguiente acerca del vídeo de Gary y Liz Doyle: " las dimensiones del animal mostrado en el vídeo de Doyle no encajan con las de un zorro o un perro, especialmente las piernas traseras, que son idénticas a las de un tilacino. El animal también parece ser más grande que un zorro y su cola más larga y rígida. La mayor parte de la fuerza de propulsión al correr viene de sus patas traseras, y algunos fotogramas lo muestran en una posición parecida a la de un canguro. Es muy fácil identificar una falsa imagen de un tilacino, pero no puedo decir que vea algo en este vídeo que me haga pensar que es un engaño".
Imagen de la comparación entre un tilacino (arriba), los fotogramas del vídeo de Doyle (centro) y un galgo (abajo). Copyright de www.wherelightmeetsdark.com |
Chris Rehberg, autor de la web "wherelightmeetsdark.com" también ha sacado sus propias conclusiones acerca de la grabación Doyle: "este análisis ha demostrado que las proporciones generales del cuerpo del animal del vídeo de 1973-incluyendo las dimensiones del tronco, forma de la cabeza, forma de las orejas, posición de las orejas, espesor de la cola, base de la grupa, postura de la cola, posición de la pata, proporciones de las patas y curvatura de la columna vertebral- son consistentes con las de un tilacino. Aún así, no se puede descartar totalmente que dichas imágenes puedan pertenecer a otro tipo de animal".
En un análisis posterior utilizando tecnología que permitió ver con más claridad las imágenes, Rehberg asegura que las siguientes características visibles en el vídeo de Doyle son las que más fuertemente le conducen a pensar que el animal de la grabación es un tilacino filmado en la parte continental de Australia en 1973:
1) La proporción de los pies traseros en comparación con otros huesos de las patas traseras y en relación con el resto del cuerpo.
2) La proporción y postura de la cola en relación con el resto del cuerpo.
3) La forma de los cuartos traseros.
4) La profundidad del cuello y el pecho.
Según este autor, el nuevo y más exhaustivo análisis refuerza sus primeras conclusiones de que en numerosas proporciones corporales el animal de la grabación de Doyle encaja con el tilacino. Debido a la enorme variedad de formas corporales en los perros actuales, no se puede concluir que el animal de la grabación no es un perro, pero este nuevo análisis resalta dos características que podemos descartar en los perros en general, como son el tamaño y postura de los pies traseros y la forma de los cuartos traseros.
El autor también concluye que las aparentes bandas que se observan en el animal de Doyle son producto de la propia coloración del animal y no son un artefacto introducido utilizando tecnología informática.
La convicción de Rehberg respecto a que el animal de la grabación
Doyle puede ser un tilacino queda reforzada.
Por lo tanto podemos estar ante una prueba de que en los años 70 del siglo XX aún existían tilacinos en la Australia continental, cuando se creían extintos de este lugar desde hace entre 3.000 y 4.000 años según la fuente consultada.
Esta fotografía muestra las características de la comparación llevada a cabo por Rehberg. Copyright de www.wherelightmeetsdark.com |
RECUPERACIÓN DEL TILACINO
Actualmente en Australia se debate sobre la posible clonación del tilacino a partir de un feto conservado durante 140 años. El feto está sumergido en alcohol y la idea es extraer de él el ADN intacto. Un equipo de investigación obtuvo un pequeño número de copias, el cual fue aumentado enormemente por técnicas de ingeniería genética. Actualmente uno de los mayores obstáculos a este proyecto es encontrar una madre adecuada para el tilacino en desarrollo, es decir, el embrión de tilacino tendría que desarrollarse en el útero de la hembra de una especie genéticamente lo más cercana posible al tilacino. Como se comentó más arriba, un reciente estudio del ADN mitocondrial ha desvelado que la especie actual más estrechamente emparentada con el tigre de Tasmania es el numbat. Sin embargo, quizás debido al pequeño tamaño de este animal en comparación con su pariente supuestamente extinto, probablemente no sea la madre de alquiler más adecuada. Por eso el más firme candidato es el diablo de Tasmania (Sarcophilus harrissi). Otro candidato puede ser el quoll tigre (Dasyurus maculatus). Ambas especies están emparentadas con el tilacino.
Fetos de tilacino conservados en alcohol en el Museo y Galería de Arte de Tasmania (Australia). Nationalgeographic.com. |
Otro de los problemas serían las consecuencias bioéticas que se derivarían de una clonación de este tipo. Por ejemplo ¿Qué sentido tendría renacer una especie extinta? ¿Sería bueno ecológicamente? ¿Podría alterar el equilibrio actual de los ecosistemas australianos? ¿Ocasionaría perjuicios económicos a los granjeros de las zonas en las que habita? ¿Quién pagaría por ellos? ¿Se pretende realmente que el tilacino viva en libertad o sería utilizado como atracción en circos y parques zoológicos?
quoll tigre. Wikifaunia.com. |
En este vídeo de youtube se muestran las imágenes de Benjamin, el último superviviente conocido de esta especie. A pesar de llamarse Benjamin los expertos creen que era una hembra, ya que en ninguna de las imágenes se le detectó la bolsa escrotal. El animal en cuestión supuestamente murió a causa de una negligencia, ya que tuvo que permanecer a la intemperie durante unos extraños episodios meteorológicos en los que se registraron temperaturas anormalmente altas por el día y más bajas de lo acostumbrado por la noche en Tasmania.
Este es el trailer para el Reino Unido de la película de 2011 The Hunter, basada en la novela de Julia Leigh, en la que Willem Dafoe actúa como mercenario al servicio de una empresa de biotecnología militar que le encarga ir en busca de pruebas de la supervivencia del tilacino.
Este vídeo muestra a partir del minuto 3:15 diferentes grabaciones de animales que podrían ser tilacinos, incluída la famosa grabación Doyle. En mi opinión el que más parecido muestra con el tilacino es el animal de la grabación de Mainland, en 1966 (a partir del minuto 3:37). Aún así, no sería descartable que se tratase de un dingo.
En el siguiente vídeo (en inglés) puede verse el capítulo de Animal X Natural Mystery Unit dedicado al tilacino. En él los investigadores recogen numerosos testimonios de gente que asegura haberse encontrado con el tilacino en nuestros días:
Algunos enlaces de interés sobre el tilacino:
https://www.xatakaciencia.com/biologia/se-encuentra-video-perdido-grabacion-animal-extinto-tigre-tasmania
Artículo sobre el tilacino en "Los porqués de la naturaleza"
https://www.xatakaciencia.com/biologia/se-encuentra-video-perdido-grabacion-animal-extinto-tigre-tasmania
Artículo sobre el tilacino en "Los porqués de la naturaleza"
Encyclopedia of life
Artículo de la wikipedia
http://blogs.scientificamerican.com/extinction-countdown/2011/08/31/thylacine-hunted-into-extinction/
Artículo de la wikipedia
http://blogs.scientificamerican.com/extinction-countdown/2011/08/31/thylacine-hunted-into-extinction/
Como siempre otro espléndido trabajo de recopilación de todo lo que se sabe sobre esta fascinante especie extinta. Por algún lado leí que debido a la gran cantidad de ejemplares que se capturaban cuando fue declarado una plaga por los ganaderos, pudiera ser que la relicta población que hubiese quedado presentara problemas endogámicos y cualquier pequeña enfermedad fuese demoledora para la misma. No obstante, como bien indicas, también es posible que los bosques más impenetrables no fueran el hábitat idóneo para la especie. En todo caso, otro joya más de la zoología que ya solo forma parte de museos, algún viejo video y dibujos en libros color sepia. Desastroso. Un gran abrazo y una vez más mi enhorabuena por tus trabajos excelentes.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. He añadido unos pocos enlaces al final del artículo. Dos de ellos hablan de cómo diferentes pueblos de Nueva Guinea con escaso contacto con el hombre occidental reconocen en fotos al animal y aseguran haberlo visto. Si manejas el inglés te recomiendo que los leas.
ResponderEliminar¿En Nueva Guinea? Es de suponer que allí desapareció hace miles de años, por lo que los aborígenes no deberían de haberlo conocido en los últimos mil años, por lo que imagino que se trata de un aspecto cultural o de tradición generacional. Pero si dicen haberlo visto pues... no es fiable. Voy al enlace pero mi inglés es casi nulo.
ResponderEliminarTe veo muy optimista al respecto al leer tu comentario. He leído los enlaces y son interesante pero tengo mis dudas. Es probable que en la tradición de dichos pueblos se conozca al animal pero es casi imposible su existencia, si bien la zona es de las menos exploradas de la tierra. Hay que tener en cuenta que en estos pueblos la tradición oral es su forma de cultura esencial. No obstante, deberían de existir, en caso de ser cierto, dientes y huesos, y no hay entiendo...
ResponderEliminarHombre, yo no descartaría la posibilidad de que siguiera existiendo alguna población de tilacino por alguna parte, ya sea en Australia, Nueva Guinea...Como bien dices gran parte de esos territorios no han sido explorados y además son territorios inmensos. Me viene a la mente por ej. una especie de canguro que fue redescubierta en Australia como 4 décadas después de darse por extinta. Y no es el único caso de este tipo. No podemos pensar que lo sabemos todo cuando cada año son descubiertas o redescubiertas especies de animales o plantas de gran tamaño.
EliminarDe todas formas, en el primero de los enlaces de lo que se habla es de un animal de aspecto similar al tilacino que es visto en manadas por los aborígenes, por lo que podría tratarse de un pariente suyo desconocido aún por la ciencia.
Parece que se ha reiniciado la búsqueda en la remota zona de Cape York, Australia, al haberse producido dos avistamientos de personas con cierta solvencia y credibilidad. Uno de ellos afirma haber visto un pequeño grupo de cuatro individuos. Se han colocado 50 cámaras trampa. Saludos
ResponderEliminarA ver si cualquier día tenemos una sorpresa agradable. Sería increíble descubrir ejemplares de esta especie otra vez y además no sería tan extraño. Hay multitud de casos de especies dadas por extintas y que vuelven a aparecer.
ResponderEliminarHe estado leyendo un artículo de investigación sobre la capacidad de mordedura del Thylacino frente al dingo. Según verifican la potencia sería inferior a la de un cánido por estrés en el cráneo, mandíbulas y dientes. Debió de ser un depredador de especies pequeñas y medianas, no grandes, pese a que su tamaño necesitaría una ingesta superior. No podría matar a una oveja doméstica, precisamente de lo que se le acusaba para declararlo un peligro para el ganado. Lo más intrigante es su enorme ángulo de apertura mandibular. ¿Qué función tendría? Puestos a especular y decir "chorradas", sería una fantástica pinza para llevarse en la boca huevos de Emú. Un abrazo
ResponderEliminarPues probablemente tuviera esa función. Me parece una buena hipótesis. No he tenido el gusto de leer el artículo del que hablas. En algunos sitios se puede leer que el tilacino cazaba entre otras presas canguros, ualabíes y emús, que no son animales pequeños precisamente. Pero es difícil de saber.
EliminarGracias una vez más por leer el blog y hacer aportaciones. Me gustaría escribir más, pero necesitaría más tiempo. De todas formas, ya tengo un nuevo tema en mente sobre el que escribir y ya he empezado a investigar un poco. Espero publicar en un tiempo.
Computer simulation of feeding behaviour in the thylacine and dingo as a novel test for convergence and niche overlap
ResponderEliminarGracias.
EliminarSería muy interesante que recopilaras todo lo que se sabe sobre de los últimos leopardos del Atlas. Un abrazo.
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