domingo, 8 de julio de 2018

El dingiso, reciente descubrimiento en Nueva Guinea

El dingiso (Dendrolagus mbaiso) es una especie de canguro arborícola que permaneció oculta para la ciencia nada menos que hasta 1994. Se trata de un animal endémico de la isla de Nueva Guinea, en la que habita las Montañas Sudirman, cadena montañosa perteneciente a la provincia indonesia de Papúa (antigua Irian Jaya). Quizás la principal razón del descubrimiento tan tardío de esta especie sea lo impenetrable de su hábitat: densos bosques en las montañas (entre 2.700 y 3.500 metros de altitud), frecuentemente envueltos en una espesa niebla, condiciones que disuadieron durante mucho tiempo a las expediciones occidentales a aventurarse en dichos territorios. Difíciles condiciones a las que hay que sumar la prohibición a equipos científicos extranjeros de explorar la provincia en detalle por parte de las autoridades indonesias hasta tiempos bastante recientes.

El dingiso es un animal con una longitud del cuerpo aproximadamente entre 50 y 80 cm., provisto de una larga cola de la que se sirve para escalar y agarrarse cuando salta de árbol en árbol. Sus extremidades traseras están bien desarrolladas y las plantas de los pies, poseen almohadillas cubiertas por una piel rugosa que, junto con las uñas curvadas, proporcionan un buen agarre en los troncos y ramas de los árboles. Su pelaje tiene un característico color negro con marcas blancas en abdomen, pecho y cara. Aunque primariamente habitan los árboles, también se sienten cómodos en el suelo del bosque, en el que se mueven mediante pequeños saltos. Se sabe que son activos tanto durante el día como durante la noche, alimentándose de hojas y frutos. Al igual que otros canguros, dan a luz a crías diminutas y muy poco desarrolladas, las cuales trepan por el pelaje de su madre hasta introducirse en la bolsa, donde permanecerán nutriéndose de leche varios meses en un entorno protector, ya que por ejemplo son incapaces de regular su temperatura corporal.

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Ejemplar de dingiso. (fuente).

 La historia del dingiso comienza en 1990, cuando, en su visita a las Montañas Sudirman, el fotógrafo de vida salvaje Gerald Cubitt, se encontró con un cazador de la tribu Dani, quien quiso venderle un joven ejemplar de canguro arborícola. Gerald no aceptó la oferta, pero tomó varias fotos del animal. Cuando regresó al Reino Unido y trató de identificar al animal, no logró relacionarlo con ninguna especie conocida.
Aquel mismo año, el hueso mandibular de un animal desconocido fue entregado por miembros de la tribu Lani al zoólogo Tim Flannery, quien más tarde sería director del Museo de Australia del Sur, en su visita a las Montañas Sudirman. Flannery no logró identificar la especie a la que pertenecía. En aquel mismo viaje, el zoólogo australiano adquirió un sombrero de la tribu Lani cubierto por un pelaje negro con manchas blancas.
Flannery quedó intrigado por aquellos restos de un animal desconocido, así como por las fotos tomadas por Cubitt, hasta que en la primavera de 1994 tuvo la oportunidad de viajar de nuevo a las Montañas Sudirman, gracias a una invitación para hablar sobre vida salvaje a los habitantes de una localidad llamada Tembagapura. Cuando llegó, lo primero que hizo fue mostrar las fotos del misterioso animal a miembros de las tribus locales Moni y Dani, preguntándoles si conocían aquella criatura, a lo cual ellos respondieron afirmativamente. Los Dani llamaban al animal nemenaki y lo cazaban por su carne. Los Moni se referían a él como dingiso, término que significa "gran animal de caza negro" y nunca lo cazaban, pues era importante dentro de sus creencias, ya que según ellos era el ancestro del que derivaba su pueblo. 
Provisto de esta información, lo que ahora deseaba Flannery era encontrar un ejemplar vivo de lo que parecía evidente que era una especie en aquel momento desconocida por la ciencia occidental. Por ello, salió en expedición junto a miembros de las tribus locales a tratar de localizar algún ejemplar. Tras varios intentos fallidos, finalmente, a finales de Mayo, un cazador Dani del equipo de Flannery, encontró varios trozos del pelaje y los huesos de dos ejemplares que habían sido devorados por algún depredador. Pocos días después, otro cazador Dani retornó al campamento con un dingiso muerto en sus hombros.
 A finales de Octubre de aquel mismo año (1994), Flannery tuvo la ocasión de contemplar su primer ejemplar vivo del animal en la localidad de Tembagapura, cuando un joven macho fue descubierto escondido en una caseta de maquinaria de una mina abandonada. Flannery filmó al animal y después lo liberó de nuevo en el bosque. 

Miembro de una tribu de Nueva Guinea con un dingiso a hombros (fuente).

En 1995, Flannery describió formalmente la especie bautizándola con el nombre científico de Dendrolagus mbaiso, que significa "el canguro arborícola prohibido", haciendo referencia al rechazo de los Moni a cazar esta especie debido a sus creencias. En esta descripción también participaron Boeadi Bapak, biólogo indonesio del Museo de Zoología de Bogor y Alexandra Szalay, antropóloga de la Universidad de Sidney, quienes fueron los acompañantes de Flannery el año precedente en su búsqueda del dingiso.

El dingiso está clasificado desde 2010 como especie en peligro de extinción por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Se piensa que su población ha sufrido un declive mayor del 50% durante los últimos 30 años debido a las actividades humanas (agricultura y caza). El cambio climático también está relacionado con el retroceso de la especie, ya que está propiciando diferentes prácticas agrícolas en el territorio de estos animales. Hay grandes diferencias en la densidad de población de esta especie a lo largo de su territorio. Es un animal común en la parte occidental de las Montañas Sudirman, donde habita la tribu Moni. En esta zona también se aprecia un nivel de confianza mucho mayor del dingiso hacia los humanos, permitiendo incluso ser cogido en brazos. Es en la parte oriental del sistema montañoso donde las poblaciones de la especie están sufriendo un mayor declive, ya que en esta zona el animal no es respetado por las creencias tradicionales de las tribus locales, como los Dani. Además se observa que en estos lugares el dingiso es mucho más tímido y huidizo.


Actualmente, no se está llevando a cabo ninguna medida de conservación específica para el dingiso. Sin embargo, organizaciones conservacionistas como WWF, trabajan en la protección de la fauna de Nueva Guinea promoviendo un uso responsable de los recursos forestales y tratando de ayudar a los gobiernos locales en una mejora de la gestión de las áreas protegidas, ya que las autoridades indonesias no cuentan con recursos suficientes para hacer frente a los problemas que presenta la conservación de la naturaleza.


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