miércoles, 19 de diciembre de 2012

El oso malayo

El Oso de Sol u Oso Malayo (Helarctos malayanus), Raffles, 1821, es la especie de menor tamaño y la menos estudiada de las 8 especies actuales de Úrsidos. Tan sólo mide entre 120 y 150 cm de la cabeza a la cola y 70 cm de altura en los hombros, con un peso de entre 35 y 80 kilogramos. Su cola es pequeña -entre 3 y 7 cm- y los machos son entre un 10% y un 20% más grandes que las hembras. Su pelaje suele ser negro pero puede variar de marrón rojizo a gris. Poseen una característica mancha en el pecho que varía bastante de unos ejemplares a otros, pudiendo ser de color blanco, amarillento, moteada o incluso estar ausente en algunos de ellos. Esta marca se supone que puede exagerar el tamaño de los osos durante los combates. El hocico varía entre el color grisáceo y el anaranjado, siendo grueso y relativamente corto, lo que junto al considerable tamaño de la cabeza le da a este oso un aspecto perruno. Las orejas son pequeñas y redondeadas, la frente puede aparecer arrugada y la lengua destaca por su longitud, siendo la más larga de todas las especies de osos.


Osos malayos en un zoo del norte de Sumatra (Indonesia). Encyclopedia of Life.

Esta lengua tan larga es usada para alimentarse de termitas, hormigas, larvas de escarabajos, larvas de abejas, miel y una larga variedad de tipos de frutos, especialmente higos (Fredriksson, Witch y Trisno, 2006). Más ocasionalmente caza pequeños roedores, aves y lagartos (Wong, Servheen y Ambu, 2002). Posee pies extraordinariamente grandes en relación a su tamaño corporal, con largas y curvas garras que le ayudan a trepar a los árboles y en la excavación en busca de insectos. Durante los periodos de fructificación masiva la fruta constituye la mayor parte de su alimentación proporcionándole la oportunidad de almacenar reservas de energía para los posteriores periodos de baja fructificación (Fredriksson, Danielsen y Swenson, 2007). Es una especie principalmente diurna, aunque en áreas con presencia humana tienen más actividad nocturna (Wong, Servheen y Ambu, 2004; Fredriksson, 2008). Al contrario que otros osos, el oso malayo no hiberna, ya que la comida se encuentra disponible en su hábitat durante todo el año.

El área de distribución del oso malayo se extiende por el sudeste asiático, desde las islas indonesias de Borneo y Sumatra hasta el borde más nororiental de India y Bangla Desh. Es bastante poco común en el borde occidental de su área de distribución - la provincia china de Yunnan, el sureste del Tíbet, el noreste de India y Bangla Desh - (Chauhan, 2006; Gong y Harris, 2006). Esta baja abundancia parecía darse también en tiempos históricos (Higgins, 1932), por lo que parece ser un gradiente natural no relacionado con la explotación humana. Las mayores amenazas para esta especie son la pérdida masiva de su hábitat como consecuencia de la actividad humana y la caza furtiva para comerciar con diferentes partes de su cuerpo usadas en la medicina tradicional china. Se sabe que la población global del oso malayo está decreciendo, y el estatus de la especie es de vulnerable (VU) (IUCN Red List, 2008). Sin embargo, no existe ningún estudio realmente fiable acerca del número de ejemplares de la especie, y los intentos de recuento a partir de datos derivados de avistamientos y estudios basados en encuestas han dado lugar a estimaciones poco fiables (Garshelis, 2002). Augeri (2005) intentó hacer una estimación basada en el trampeo fotográfico en áreas protegidas de Indonesia para intentar correlacionar el área de ocupación obtenida con el tamaño de la población.


Área de distribución del oso malayo. Marrón= presencia actual; Negro= extinto; Gris oscuro= presencia dudosa. Wikipedia.org.


Los osos malayos de Borneo son lo suficientemente diferentes del resto de individuos de esta especie como para ser considerados una subespecie diferenciada (Helarctos malayanus euryspilus) de la forma típica (H. m. malayanus) (Meijaard, 2004).
El hábitat del oso malayo es el bosque tropical. Se distinguen 2 categorías ecológicamente distintas de bosque tropical dentro de su área de distribución, que se diferencian en el clima, fenología y composición florística. El bosque siempreverde tropical es su hábitat principal en Sumatra, Borneo y Malasia peninsular. Es un hábitat no estacional que recibe elevadas cantidades de precipitaciones repartidas de manera relativamente uniforme a lo largo del año. Por el contrario, los osos malayos del interior continental asiático habitan ecosistemas con una larga estación seca (3 a 7 meses). En estos lugares su área de distribución se solapa con la del oso negro asiático (Ursus thibetanus). No hay evidencia de que los osos malayos puedan sobrevivir en áreas deforestadas o agrícolas en ausencia de bosque cercano (Augeri, 2005). Pueden vivir desde el nivel del mar hasta los 2.100 metros de altitud.

Oso de sol mostrando su larga lengua. bearsoftheworld.net.

Se sabe muy poco acerca de la estructura social y la reproducción de este tipo de osos. A excepción de las hembras con sus crías son generalmente solitarios. Es posible que se congreguen para alimentarse de árboles con frutos grandes, pero parece ser un comportamiento poco frecuente. No parecen tener una temporada de cría definida y suelen dar a luz una sola cría (más raramente dos; Schwarzenberger et al., 2004). Los enemigos más comunes del oso malayo son el tigre, el leopardo, el oso negro asiático e incluso la pitón reticulada. En el siguiente enlace puede leerse (en inglés) un informe muy completo acerca del ataque de una pitón reticulada a un oso malayo (incluyendo fotografías):

http://rmbr.nus.edu.sg/rbz/biblio/53/53rbz165-168.pdf

Pocas acciones han sido dirigidas a la conservación del oso malayo, sobre todo por el poco conocimiento de su biología. La especie ha sido incluida en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) que prohíbe su comercio internacional. Además es parte de un programa internacional de cría en cautividad y cuenta con un Programa de Supervivencia de Especies de acuerdo con la "American Zoo and Aquarium Association". 



Enlaces relacionados:

http://www.osopedia.com/oso-malayo/

http://www.bearsoftheworld.net/sun_bears.asp

El oso malayo en Encyclopedia of life

el oso malayo en IUCN Red List

El oso malayo en Wikipedia

Galería con 8 vídeos del oso malayo

Galería de fotos del oso malayo

sábado, 15 de diciembre de 2012

El descubrimiento del okapi

El okapi (Okapia johnstoni), P.L. Sclater, 1901, es la menos conocida de las 2 especies que componen la familia de los Jiráfidos. De hecho, la mayor parte de la información que se tiene acerca de este animal proviene de los ejemplares en cautividad. Habita las selvas tropicales del norte de la República Democrática del Congo (selvas del Ituri) en alturas entre 500 y 1.500 metros a ambas orillas del río Congo y probablemente su área de distribución se extienda también por buena parte del centro del país. En Uganda habitó antiguamente el bosque de Semliki, pero no se sabe a ciencia cierta si aún sobrevive en esta zona (East, 1999). Frecuentan las riberas de los ríos y lechos de arroyos y en ocasiones pueden aventurarse en áreas de crecimiento de bosque secundario (Bodmer, 1992). Pueden habitar tanto el bosque lluvioso como el bosque seco.

Okapi en el "Miami Metro Zoo". Wikipedia.org.
Quizás el hecho que más llama la atención acerca del okapi es que no fue conocido por la ciencia occidental hasta 1901. Como suele suceder en estos casos, los habitantes nativos de su área de distribución (los pigmeos en este caso) conocían al animal desde mucho tiempo antes, ya que era una de sus presas habituales, pensando que era un tipo de caballo debido a su aspecto. Incluso una antigua imagen tallada del okapi fue encontrada en Egipto, por lo que se piensa que los antiguos egipcios ya conocían a este animal. Durante bastantes años antes de su descubrimiento para la ciencia, los europeos en África habían estado escuchando hablar de un animal parecido a un asno al que dieron el nombre de "unicornio africano". Ya hacia 1890 el explorador de el Congo Henry Morton Stanley envió los primeros informes sobre el okapi al mundo occidental, unas anotaciones en su cuaderno de exploración que sugerían que el okapi era un tipo de asno africano que se alimentaba de hojas. En 1901, el explorador y administrador colonial Sir Harry Johnston emprendió una búsqueda del okapi por las selvas del Congo. Johnston consiguió hacerse con unos trozos de piel rayada de okapi que eran guardados por los nativos y los envió al Museo de Historia Natural de Londres, tras lo cual los científicos se apresuraron a anunciar el hallazgo de una nueva especie de cebra. Posteriormente Johnston organizaría una expedición a la selva de Ituri en compañía de los pigmeos para tratar de atrapar un ejemplar de la especie. Consiguió un esqueleto y una piel completos del animal, tras lo cual afirmó que se trataba de un pariente de las jirafas. Según él, el okapi había encontrado un refugio seguro en los bosques del Congo, en los cuales había conseguido sobrevivir durante mucho tiempo. Los expertos piensan que el okapi tiene un aspecto muy parecido al de los primeros jiráfidos del Mioceno. El nombre con el que fue bautizada la especie (Okapia johnstoni) combina la palabra utilizada por los pigmeos para designar al animal (o´api) con el apellido de su descubridor para la ciencia occidental (Sir Harry Johnston). Inmediatamente después de su descubrimiento, zoos de todo el mundo intentaron hacerse con ejemplares de okapi. Estos intentos iniciales estuvieron acompañados de elevadas tasas de mortalidad debido a los rigores de viajar miles de kilómetros en barco y tren. Más recientemente, el traslado en avión ha demostrado ser más eficaz. Hoy en día muchos zoos albergan y crían okapis, y mucha gente los visita todos los años para ver a estos animales.


Área de distribución del okapi. Wikipedia.org.

Como ya ha sido mencionado, el aspecto del okapi recuerda bastante al de un caballo. Sin embargo, algo que le diferencia de los équidos es su cuello, mucho más largo que el de éstos, aunque notablemente más corto que el de su pariente la jirafa (Giraffa camelopardalis). El color principal del okapi es el marrón, con canela claro o gris en las mejillas, la garganta y el pecho. Las hembras pueden tener una tonalidad ligeramente rojiza. La parte superior de las extremidades traseras y delanteras están surcadas por rayas grisáceas horizontales, mientras que la parte inferior de las extremidades está cubierta por unos peculiares "calcetines". El patrón de coloración único de este animal le permite camuflarse entre la vegetación de fondo y las hojas marchitas de las selvas en las que vive (Grzimek, 1990). Los machos poseen un par de pequeños cuernos (no más de 15 cm de longitud) orientados "hacia atrás" y cubiertos de pelo corto. La longitud media del cuerpo es de 2,5 metros, y la altura en la cruz media es de 1,5 m. Las hembras son 4,2 cm más altas que los machos en promedio. El peso oscila entre los 200 y los 300 kilogramos. Tanto los machos como las hembras poseen glándulas interdigitales en los pies delanteros y traseros (Bodmer, 1992). Destacan además sus grandes orejas móviles y la larga y oscura lengua muy parecida a la de la jirafa que utilizan tanto en su alimentación como para asearse. Otra característica que comparte con la jirafa es su modo de caminar. Ambos avanzan moviendo simultáneamente la pierna delantera y trasera del mismo lado del cuerpo en lugar de mover alternativamente las piernas de uno y otro lado del cuerpo como hacen otros ungulados (Dagg, 1960).



El okapi es un animal solitario que ocasionalmente puede vivir en pareja o en pequeños grupos familiares. En un principio se pensó que eran animales nocturnos pero ahora se sabe que son principalmente diurnos. Se alimentan de hojas de más de 100 especies vegetales, hierbas, frutos, helechos y hongos. Algunas de las plantas de las que se alimentan se sabe que son venenosas para el ser humano. Se ha sugerido que es por esto por lo que los okapis comen también carbón de leña de árboles quemados, como se pone de manifiesto por su estiércol. El carbón vegetal es un excelente antídoto contra las toxinas.

Parece ser que no son animales territoriales, ya que no defienden activamente sus territorios, los cuales además se solapan (Lindsey, 2005). Para localizar una pareja durante la época de reproducción utilizan su bien desarrollado sentido del olfato. Las hembras paren una única cría entre agosto y octubre tras una gestación de entre 435 y 445 días (Hanak y Mazak, 1991). La hembra madura a los 2 años de edad, mientras que el macho tarda más tiempo. La esperanza de vida ronda los 30 años, algunos ejemplares han llegado a vivir 33 años en cautividad. Su único depredador conocido es el leopardo.

La población total del okapi es estimada en 10.000-35.000 ejemplares. Su estado es de "casi amenazado" debido a su restringido área de distribución (IUCN Red List, 2008). Sus poblaciones parecen mantenerse estables actualmente (IUCN Red List, 2010). Sin embargo, sus mayores amenazas siguen siendo la pérdida de su hábitat para uso agrícola y el crecimiento de los asentamientos humanos (IUCN Red List, 2010). Debido a esto, probablemente serían necesarios estudios más detallados para conocer mejor los requisitos de conservación de esta especie. Hay una reserva natural para la conservación del okapi  en las selvas del Ituri. En algunas zonas sigue llevándose a cabo su caza.

Macho de okapi junto a un pigmeo en el Congo Belga (1915). (C) American Museum of Natural History.

Por último, destacar como curiosidad que en junio de 2006 un equipo de rastreadores encontró evidencias de la presencia del okapi en el Parque Nacional Virunga, en el este del Congo. Descubrieron 17 huellas además de otros restos. No se encontraban signos del okapi en esta zona desde 1959.


Enlaces recomendados:

El okapi en Encyclopedia of Life

Animal Diversity Web

El okapi en la Lista Roja de la IUCN

http://es.wikipedia.org/wiki/Okapia_johnstoni

http://www.arkive.org/okapi/okapia-johnstoni/

http://www.ultimateungulate.com/Artiodactyla/Okapia_johnstoni.html


miércoles, 5 de diciembre de 2012

El kouprey

El kouprey -toro del bosque en khmer (idioma de Camboya)-, toro cuprey o buey gris (Bos sauveli), Urbain, 1937, es una especie de bóvido originario del sudeste asiático. Está considerado en peligro crítico de extinción por la IUCN, de hecho es una de las especies animales más amenazadas y misteriosas del mundo, tanto que podría encontrarse incluso extinto en la actualidad.

Ejemplar de kouprey. wildcattleconservation.org.

La especie no fue conocida por la ciencia occidental hasta 1937, año en que fue nombrada e incluída en la clasificación zoológica, pero se tenían noticias del animal desde hacía varias décadas. El primero en informar sobre la existencia del kouprey probablemente fue Campbell en 1860, seguido por Dufossé en 1918 y Vittoz en 1933. Algunas pruebas genéticas proponen que el kouprey puede haber existido bajo domesticación en Camboya mediante hibridación con otros bueyes (Hassanin et al., 2006). Esto ha llevado a pensar a algunos autores que podría no tratarse de una especie verdadera. Sin embargo, en base a la descripción de un cráneo fósil de kouprey procedente del noreste de Tailandia (Vithayanon y Bhumpakphan, 2004), la mayoría de autores piensan ahora que el kouprey es una especie válida y no el resultado de hibridación. Dicho cráneo está fechado entre el Pleistoceno tardío y el Holoceno temprano, lo cual sería inconsistente con la hipótesis de que el kouprey procede de la hibridación entre el banteng (Bos javanicus) y el zebú doméstico (Bos primigenius indicus) (Galbreath et al., 2007).

El área de distribución original del kouprey se extiende (o se extendía) por Camboya, Vietnam, Laos y Tailandia, aunque en estos 3 últimos países se encuentra extinto según la IUCN (2002). Restos fósiles indican que llegó a extenderse hasta el centro de China. Habitan colinas bajas prefiriendo bosques abiertos de hoja caduca, pero también se puede encontrar en praderas, pastizales arbolados y bosque monzónico cerrado.

Área de distribución del kouprey. Ultimateungulate.com. Adaptado de Corbet y Hill, 1992.

En este enlace puede verse un mapa más detallado de su área de distribución:

http://maps.iucnredlist.org/map.html?id=2890

El número de ejemplares de esta especie que sobreviven actualmente es desconocido. En todo caso, se sabe que es un número muy reducido y posiblemente la especie se encuentre desaparecida a día de hoy. En 1938 se estimaba la existencia de 800 individuos (Sauvel, 1949), 500 individuos en 1952 (Pfeffer y Kim-San, 1967) y tan sólo 200 individuos en 1964 (Pfeffer y Kim-San, 1967). Wharton en 1957 ya sugirió que el kouprey se encontraba en serio peligro de extinción debido a su restringido área de distribución y su hábitat altamente específico. Durante los años 60 del siglo XX fueron llevadas a cabo varias expediciones en el sudeste asiático. Wharton lideró una expedición para capturar al kouprey entre 1963 y 1964 para su cría ex-situ. Su equipo fue capaz de capturar a 5 individuos, pero 2 de ellos murieron y los otros 3 se escaparon. Pfeffer realizó 5 expediciones a Indochina (cada una de 3 meses de duración) durante las cuales recogió información sobre el kouprey y tomó la que probablemente sea la mejor fotografía del animal (Pfeffer, 1969; Kemf, 1988). Una manada de 3 koupreys fue vista en la frontera entre Camboya y Tailandia en 1982. Un equipo procedente de el primer país trató de darles alcance pero tuvieron que desistir en sus intenciones cuando uno de los miembros de dicho equipo fue herido por la explosión de una mina antipersona. En Enero de 1988 fue llevado a cabo un seminario internacional en Vietnam en cuyos informes se sugería que quedaban 27 koupreys en Vietnam, posiblemente entre 40 y 100 en Laos y más de 200 en Camboya, con la posible presencia estacional de unos pocos animales en Tailandia. Sin embargo, estas cifras eran poco más que meras suposiciones y más tarde se comprobó que eran demasiado optimistas, especialmente para Laos y Vietnam. Durante los años 90 fueron llevados a cabo varios estudios en el área de distribución original del kouprey, incluyendo rastreos tanto a pie como desde el aire. Desafortunadamente no fue recogida ninguna prueba de la existencia de la especie, por lo que algunos autores piensan que el kouprey quedó totalmente extinto a finales de la década de los 80. Hendrix propuso que en 1995 tan sólo sobrevivían unas pocas docenas de individuos.


Cazador sentado sobre un kouprey abatido en Camboya. (C) James Mellon.

A pesar de todo lo dicho anteriormente, aún hoy en día aparecen ocasionalmente informes de la venta de cuernos y cráneos de kouprey en algunos mercados del sureste asiático, lo que lleva a muchos a pensar que la especie sigue existiendo. Además de la caza intensiva debida a la utilización de sus cuernos por la medicina tradicional china, la pérdida de su hábitat como resultado de la agricultura, la introducción de ciertas enfermedades por parte del ganado doméstico e incluso las minas antipersona sembradas en su área de distribución durante conflictos bélicos, también pueden ser causas del declive de esta especie.


Una de las pocas fotos existentes del kouprey. Cryptomundo.com.

En cuanto a sus características anatómicas y morfológicas, por tratarse de un bóvido, el kouprey es un animal de gran tamaño. Su cuerpo alcanza una longitud de 220 cm, la altura en la cruz puede llegar a 190 cm y su peso oscila entre 700 y 900 kilogramos. El cuerpo es muy estrecho, las piernas son largas y son características su joroba y la "papada" presente en los machos, la cual puede llegar a tocar el suelo. Los cuernos de los machos pueden alcanzar 80 cm y son parecidos a los de un toro doméstico, mientras que los de la hembra alcanzan como mucho la mitad de esa longitud y se encuentran retorcidos en sus puntas formando una especie de espiral (puede observarse en la fotografía anterior). La cola es considerablemente más larga que en sus parientes el gaur o el banteng y más espesa en su terminación. Los terneros nacen de color marrón y van tornándose de color gris con los años. El vientre y las piernas son más claros. Cuando los machos son maduros su coloración vuelve a cambiar a negro o marrón muy oscuro.

Se sabe que los koupreys viajan distancias de hasta 15 kilómetros cada noche. Durante los días calurosos de la estación seca es frecuente que descansen tumbados en la espesura del bosque, pero reducen este hábito en la estación de las lluvias debido a que son molestados por las moscas. Las manadas se dividen y reagrupan constantemente, mezclándose a menudo con bantengs y búfalos acuáticos. Los patrones estacionales de migración no se han estudiado a fondo, pero hay indicios de que los rebaños se desplazan a mayor altitud durante la temporada de lluvias. Las hembras y terneros suelen formar pequeñas manadas y separadamente los machos maduros forman manadas de solteros. Durante la estación seca los sexos se mezclan formando manadas de hasta 20 individuos. La dieta de este animal se compone de pastos de diferente longitud y juncos principalmente.

Esta es la única filmación conocida del kouprey:



Nace sólo una cría por parto y la longevidad de este animal se estima en 20 años. El apareamiento se produce en Abril y los terneros nacen entre Diciembre y Febrero. Las hembras abandonan la manada para dar a luz, volviendo a ella aproximadamente 1 mes después del nacimiento del pequeño kouprey.

Sus depredadores naturales más importantes son probablemente el tigre, el leopardo y el cuón.

Algunos enlaces de interés: