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"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que contar y contarlo" (Oscar Wilde). "Me he dedicado a investigar la vida y no sé por qué ni para qué existe" (Severo Ochoa).

sábado, 15 de agosto de 2015

El tiburón megaboca

La existencia del tiburón megaboca (Megachasma pelagios), Taylor, Compagno & Struhsaker, 1983, fue conocida el 15 de Noviembre de 1976, cuando un macho de 446 cm de longitud fue capturado involuntariamente por un buque de la marina americana frente a la costa de Kahuku Point, en la isla de Oahu (Hawaii). Aquel incidente no saldría a la luz hasta varios años después, debido a que se trataba de una operación clasificada de la marina estadounidense, que estaba intentando monitorizar la actividad de submarinos soviéticos en la zona en plena Guerra Fría. Para ello, desplegaron un sónar de tres millas de largo que habían desarrollado científicos de la Universidad de Houston que se encontraban a bordo de la embarcación intentando vender dicho sónar a los militares. En cada extremo, el sónar llevaba atados sacos de arena para mantenerlo en profundidad, y un paracaídas que actuaba como ancla de mar. A su vez había una línea de recuperación del conjunto unida a una bolla. El tiburón, quizás confundiéndolo con una nube anaranjada de krill, se comió uno de los paracaídas, asfixiándose con él y siendo arrastrado hasta la superficie del agua cuando los miembros de la misión trataban de recuperar el sónar una vez cumplido su trabajo.

Ejemplar de tiburón megaboca capturado en 1976, el primero conocido de su especie. Foto de Hugh Gallagher publicada en la web del Museo de Historia Natural de Florida.

Tendrían que pasar ocho años hasta que el segundo ejemplar de la especie fue capturado, el 29 de Noviembre de 1984, con una red de aguas profundas cerca de Isla Catalina, en California. Se trataba de un macho de 449 cm que fue preservado y hoy puede ser visitado por el público en el Museo del Condado de Los Ángeles (California). El tercer ejemplar conocido de la especie fue capturado el 18 de agosto de 1988. Era un macho de 515 cm que fue arrastrado hasta la orilla, unos 50 km al sur de Perth, en el oeste de Australia y fue exhibido en el Museo de Australia Occidental. Por tanto, en los primeros 12 años transcurridos desde el descubrimiento de esta especie, tan solo fueron avistados en total tres animales.

Después de la tercera captura de un ejemplar de esta especie, el número de avistamientos por todo el mundo se aceleró en los siguientes años, de tal manera que en los 10 años siguientes a la captura del tercer especimen se produjeron nueve avistamientos más, sin que nadie tenga una explicación convincente a este hecho. La cantidad total de avistamientos o capturas de este tipo de tiburones desde que se descubrió la especie en 1976 hasta nuestros días no está del todo clara. Dependiendo de la fuente consultada el número varía aproximadamente entre 60 y poco más de 100 especímenes registrados. En todo caso es una especie muy elusiva y uno de los tiburones menos conocidos. Es tan diferente de otros tiburones que ha tenido que ser creada su propia Familia zoológica para acoger a la especie (Megachasmidae).

Otra imagen de un tiburón megaboca. (C) Kaewnuratchadasorn, Pattarajit. Encyclopedia of Life.

Los megaboca alcanzan más de cinco metros de longitud. Tienen una cabeza grande, con hocico corto y, como su nombre sugiere, una boca extremadamente grande, que contiene más de cincuenta filas de pequeños dientes en forma de gancho. La parte superior del cuerpo es de color negruzco o marrón, mientras que la parte inferior es blanca. Tienen dos aletas dorsales de diferente tamaño y destaca el lóbulo superior de su aleta caudal, mucho más largo que el inferior.

El área de distribución de esta especie es muy amplio. Han sido capturados en los océanos Índico, Pacífico y Atlántico. Sin embargo, el megaboca es considerado peor nadador y menos activo que las otras dos especies de tiburones filtradores (el tiburón ballena y el tiburón peregrino) debido a varias de sus características anatómicas, como su cola asimétrica o la flacidez de su cuerpo. Habitante del océano abierto, se piensa que prefiere profundidades comprendidas entre 150 y 1.000 metros.
El sexto megaboca capturado (1990) aportó importante información acerca de la ecología de esta especie tras ser equipado con un equipo de seguimiento acústico y seguido durante dos días. Se vió que pasaba el día en las aguas profundas y ascendía a profundidades medias durante la noche. Muy probablemente estas migraciones verticales se produzcan en respuesta a los movimientos realizados por organismos planctónicos como el krill. Se piensa que al igual que otros tiburones filtradores se alimenta atravesando los bancos de presas con la boca abierta, pero no se han realizado observaciones directas.

Megaboca capturado en el sudeste asiático. (C) The Fish Database of Taiwan.

Los contenidos estomacales estudiados hasta ahora indican que la principal presa de estos tiburones son los eufausiáceos como el krill, sin embargo también se alimenta de copépodos y medusas, y se piensa que se podrían alimentar de otros invertebrados pelágicos e incluso de pequeños peces.

Respecto a posibles depredadores, hay registrado el ataque de varios cachalotes (Physeter macrocephalus) sobre uno de estos tiburones. Ocurrió en el norte de Sulawesi (Indonesia) en 1998. Varios investigadores que se encontraban observando las ballenas fueron testigos del ataque, en el cual el tiburón acabó con heridas en la base de su aleta dorsal y en las branquias.

Imágenes del animal en su hábitat natural:



En cuanto a su reproducción, los tiburones megaboca son animales ovovivíparos. Los embriones se alimentan de huevos producidos por la madre después de eclosionar dentro del útero materno (oofagia). Los sexos son separados y las crías son como miniaturas de los adultos en el momento de su nacimiento.

La principal amenaza actual para estos animales es la captura accidental mediante diferentes métodos de pesca. Se sospecha que se han capturado muchos más tiburones de este tipo de los que hay constancia, pero la mayoría han sido devueltos a las aguas ya que resultan difíciles de manejar debido a su tamaño y además no es una especie de utilidad para el ser humano.

No existen datos suficientes acerca del número de efectivos de esta especie o la tendencia de sus poblaciones, por lo que no es posible evaluar si se encuentra o no en peligro de extinción. Por ello se clasifica en la categoría Data deficient (insuficientes datos) por parte de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) a la espera de que se lleven a cabo estudios que aporten más información sobre el estatus de la especie.

Algunos enlaces de interés:

http://www.iucnredlist.org/details/full/39338/0

https://en.wikipedia.org/wiki/Megamouth_shark

http://eol.org/pages/218968/details

http://www.sharks-world.com/megamouth_shark/

http://www.sharkinfo.ch/SI1_99e/megachasma.html#Dr. John F. Morrissey

Otro vídeo del tiburón megaboca

http://www.flmnh.ufl.edu/fish/Gallery/Descript/Megamouth/megamouth.htm

http://www.fishbase.org/Summary/speciesSummary.php?ID=5909&AT=megamouth